El presidente Kennedy declaraba en mayo de 1961 su intención de que un americano "pise la luna y vuelva sano y salvo a la tierra antes de que termine la década". Comenzó así el programa Gemini, que probaba las técnicas necesarias para el posterior programa Apollo, que finalmente cumpliría los deseos del presidente. En septiembre de 1962, JFK pronunciaba un discurso en el que proclamaba "We choose to go to the Moon" (Nosotros escogemos ir a la Luna): era la época dorada de la NASA, cuando los estadounidenses soñaban con el espacio.