Este hombre ha tenido suerte, ha salvado su vida después de que un ataque ruso destruyera una calle entera en la ciudad de Gori. En cambio, a él, como a otros muchos, ya no les queda nada, su casa ha quedado completamente inhabitable. Giovanna Datti, una italiana que pasaba sus vacaciones en Tiflis, indicó: 'La ciudad está en silencio, hay una gran tristeza, he visto delante de la sede del Parlamento a gente que lloraba'.