Iniciar sesión | Registrarse | ¿Por qué registrarse?
  • Podrás comentar las noticias con el nombre que elijas
  • Podrás subir tus noticias en soitu.es y guardarlas en tu propia página

Los peligros de navegar la luz

Actualizado 29-01-2008 01:29 CET

Recuerdo un relato de García Márquez en el que unos niños, encerrados a cal y canto en un frío piso de Madrid, jugaban a navegar por la luz. Desconectaban los enchufes y la luz se desbordaba en haces fluidos desde los cables pelados y lo inundaba todo, sacando las cosas a flote.

Los niños, en sus barcas de plástico con remos, se dedicaban a recorrer como piratas bravíos los recónditos rincones del piso, navegando sobre las olas de la luz con pulso firme por los desfiladeros de los pasillos.

Luego, como el manantial incansable de los enchufes no se agotaba de vomitar luz a raudales, el nivel del océano lumínico iba ascendiendo hasta que se desbordaba. Y, entonces, los niños con sus barcas de plexiglás se desbarrancaban por las ventanas, a lomos de cascadas vertiginosas de luz que rompían en mitad de las calles comenzando la invasión luminosa, la conquista inverosímil.

Me supongo que aquellos niños que narró, como sólo él sabe, García Márquez debieron sufrir un éxtasis similar al de Kristen Taylor, una americana que también tenía la fea costumbre de estimularse, junto a su marido, a través de la luz.

El matrimonio Taylor, Kristen y Toby, utilizaba la siempre saludable práctica de la estimulación mediante el voltaje, la corriente eléctrica para que nos entendamos.

Con el fin último de desatar sus más instintivos deseos animales, y con su consentimiento, conectó un cable eléctrico al cuerpo de su mujer y luego lo enchufó en una toma de corriente, que tenía un mando para encenderlo y apagarlo. Y, claro, Toby accionó el botón.

Y debió parecerle, al muy jodido, que su esposa se excitaba como jamás antes, porque, cuando acudió la policía para retirar el cadáver, se excusó con que había sufrido una descarga mientras se secaba el pelo. Eso sí, después lo confeso todo ante un forense que flipaba en colores y los agentes que lo detuvieron.

Aquí podéis leer la noticia completa.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.