Atrapadas por el espejo (parte 4/5)

Continuación de la parte 3...

Debido al gran aumento de páginas en Internet que han surgido para promover la anorexia y la bulimia, se ha procedido a incrementar el control sobre los distintos foros proana y promía que existen en la red; Ana es el nombre con el que se denomina a la anorexia y Mía a la bulimia; nombres propios que usan las chicas para disimular la cruda realidad que encierran estas enfermedades, nombres propios con los que tratan de huir lejos de todo el dolor que implica ese nuevo mundo en el que están absorbidas y darle un toque más suave.

Sin embargo, la realidad de estos foros tiene diversas perspectivas. Estos foros no son usados únicamente para incentivar a la anorexia o a la bulimia sino para todo lo contrario. La peor de las consecuencias de ana y mía, según las chicas afectadas, es la soledad.

Sienten que nadie les entiende y que todos tienen prejuicios sobre ellas. “Todos creen que estoy loca, pero sin embargo casi nadie me ha preguntado nunca por qué empecé con esto o desde cuándo”, se queja Lirio R., resignada, que añade que muchas personas creen que ellas solo son chicas superficiales. En estos foros las “princesas” encuentran un hogar, encuentran una familia. Encuentran chicas como ellas que conocen perfectamente a qué saben las lágrimas con las que se alimentan diariamente. Entre ellas no existen tabús. Una bocanada de aire fresco que les ayuda a sentirse menos solas.

En los foros donde sólo se dan consejos para dejar kilos es muy habitual proponer carreras de peso entre las chicas, en las que se establece un día de inicio y un día final, entre los cuales todas las participantes tienen que conseguir dejar el mayor peso posible. Las chicas se sacrifican al máximo para no quedar últimas y sentirse inferiores. Según las chicas, quedar última es una humillación.

Cansadas de este tipo de foros, Antonia G., que se hace llamar dark-baby, y Lirio R. han fundado un nuevo foro: http://s2.elforo.de/princess/, con la intención de que otras chicas conozcan la verdadera realidad de estas enfermedades y con el objetivo de desahogarse y comprenderse entre ellas mismas. La primera norma que advierten en el foro es la siguiente: “No se apoyarán comentarios de personas que vengan pidiendo ayuda para caer en Ana o Mía. Estamos para apoyarnos las unas con las otras, no para ayudar a gente que desee arrastrarse por esto. El foro no es pro".

Ninguna de las jóvenes que padece anorexia o sufre bulimia recuerda la última vez en la que se sintió feliz. Eso es lo que más añoran de su vida y lo primero que cambiarían.

Nadie sabe la razón por la que un día permitieron que ana y mía se adueñaran de todo. Nadie entiende cómo pudieron dejar que sus sueños e ilusiones se fueran por el retrete. Lo que sí saben ellas es que les gustaría volver a ser como antes. Lirio lo tiene claro: “Añoro salir al cine y comer algo viendo una película; añoro ir a un Mc Donalds con mis amigos y comer algo que no sea media ensalada y una botella de agua. Añoro estar feliz más de dos días seguidos; añoro tener amigos que me hagan levantarme de la cama y dejar de sentirme sola. Añoro mirarme al espejo y no llorar”.

Desean no sentirse culpables, desean poder comer tres veces al día sin sentirse mal. Pero viven encadenadas a la báscula y atrapadas por el espejo y lo que no quieren es recuperar los kilos que han dejado. Antonia no quiere regresar a su pasado mientras siga dejando peso. Ambas tienen algo en común: sienten que no tienen fuerzas y el miedo les cierra el estómago. Sus kilos están por encima de sus vidas.

Sigue en la PARTE 5/5

Carlos F.