El español no pudo aprovechar la ventaja de 2 set que logró ante el jugador francés y acabó cediendo en cinco sets con un marcador: 6-2, 6-1, 4-6, 3-6 y 2-6. Óscar Hernández desplegó un buen tenis pero progresivamente se fue viniendo abajo ante un Paul Mathieu que se fue creciendo. La Armada española pierde efectivos.
Un partido de más de cuatro horas puede cambiar mucho, y esta tarde lo hemos podido ver en Roland Garros. Una pelota, un servicio o una caña pueden hacerte perder un partido. Cualquier detalles es definitivo. Óscar Hernández, actual número 86 del mundo, tuvo el encuentro de cara, pero no pudo eliminar al jugador francés, que supo reaccionar a tiempo y remontar esta eliminatoria ante un público auténticamente entregado.
Óscar no realiza un tenis espectacular, pero sabe jugar muy bien. Golpea fuerte a la bola y logra hacer puntos muy inteligentes. Normalmente despliega su juego desde el fondo de la pista y acostumbra a ser correoso y difícil de batir para sus contrincantes. Por contra, Paul Mathieu practica un tenis de mayor precisión.
Durantes los dos primeros set el español hizo lo que quiso cuando quiso con el que jugaba en casa, el cabeza de serie nº 18 del cuadro de Roland Garros. Óscar endosó un contundente 6-2 y 6-1 que ponían al catalán con un pié y medio en la siguiente ronda del torneo de Paris. Pero el partido se complicaría en su tercer set, donde el francés empezó a demostrar su condición de favorito.
Óscar Hernández ya ha puesto las cosas complicadas este año al mismísimo Roger Federer, y está desplegando un gran tenis. Y llegaba con ilusión y con ganas a la capital francesa. Delante de él, un rival complicado y de gran nivel, Paul Mathieu. El partido, pese a la ventaja del español, se presuponía largo.
En el tercer set Óscar Hernández tuvo que pedir asistencia médica por problemas en su codo derecho, el que usa para golpear la raqueta. El cansancio físico y las molestias le pasarían factura en medio de este importante set. Con 4-4 en el marcador, y tras varios break point, Mathieu rompería el servicio al español y con 4-5 serviría para llevarse su primer set y poner el 2-1 global en la pista francesa.
Las cosas peligraban, porque cuando uno va ganando por dos set en Francia y tu rival se viene arriba ganando uno, pasas de heróe a villano en décimas de segundo. Si a ello incluimos un público volcado con el suyo,nos podemos imaginar la olla a presión en la que estaba Óscar. 4-6 para Mathieu.
Comenzó el cuarto set como lo había hecho el partido, con superioridad del español por un 2-0, tras ganar su servicio y romper el del jugador francés. Era el momento de acabar con las opciones de Paul y sentenciar el marcador, pero no pudo. Mathieu rompió el servicio de Óscar e hizo valer el suyo para empatar este cuarto set por 2-2.
Tras varios servicios efectivos, de nuevo el jugador local rompería el servicio de Óscar Hernández y se ponía 3-4 encarrilando su segundo set y metiendo más presión a su rival.
El español se mostraba algo desesperado, tirando incluso la raqueta sobre el cielo de París, y no pudo hacer mucho por cerrar el partido en esta manga. Mathieu, totalmente crecido, lograría cuajar su servicio e incluso romper el del español, para dar la vuelta al partido y con un 6-3 igualar 2-2 la eliminatoria. Óscar hundido, Paul crecido. Los franceses hacían la ola desde la grada, y el codo del nuestro mermaba su confianza.
El partido pasó de estar de cara, a darle la espalda. La épica española empezaba destiñar en colores franceses en la pista Suzanne Lenglen. Rumbo al quinto y definitivo set.
Mathieu empezó siriviendo y ganando su saque, y el español Óscar Hernández hizo lo propio, tras varios deuce y con puntos de gran calidad que demostraba que Hernández seguía vivo y aguantaba la presión perfectamente. La cuerda estaba tensa pero no rota.
Hasta dos bolas de break tuvo el español en el servicio del francés, pero el tenis del galo le haría finalmente ganarlo y poner 2-1 en el marcador y lanzar toda la presión a la cancha de Óscar Hernández. Otro mazazo para el catalán, que pudo sumar el primer break de este último set. Ese juego sería el definitivo, puesto que Paul Mathieu logró romper el saque y poner tierra de por medio: 4-1 para el francés, y el español tocado y casi hundido.
Y así fue, Paul Mathieu cabalgaría cómodo en lo que restaba de partido, con viento a favor y con Óscar Hernández definitivamente fuera del partido. Roland Garros hizo de las suyas y con sus espectaculares 5 set hizo posible lo que parecía un milagro, que su jugador local, Paul Mathieu, remontara un encuentro en el que Óscar Hernández empezó barriéndolo pero que finalmente acabó barrido. Perdería el partido con una doble falta y se llevaría el set final por 2-6.
La remontada se consumió y Óscar Hernández desperdició una buena oportunidad para avanzar en Roland Garros. Juan Carlos Ferrero, por lesión, también hizo las maletas junto con López Jaén. Rafa Nadal y David Ferrer, fuertes en Roland Garros.
Carlos F.
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