McCain lo tiene negro...

"Hoy termina un viaje y empieza otro.  Hoy puedo decir que seré el nominado demócrata a las elecciones presidenciales". Sangre, sudor y lágrimas, -las de Hillary-, le ha costado a Barack Obama ser proclamado candidato a la presidencia de los United States of America, alias EE.UU. El primer negro en acceder a la Casa Blanca, ha dado un paso en ese caminito que el tiempo ha borrado, y que también recorrieron, antes que él, políticos como Kennedy o Jimmy Carter.

Obama ensayando la pose de ganador que tan bien le sale

Ahora es cuando empieza realmente la carrera hacia la Casa Blanca. Después de unas primarias de infarto en el bando demócrata, -en el republicano fue un paseo triunfal de Mc Cain ante candidatos frikis como Mike Huckubee que llevaban como compañeros a Chuck Norris-, ahora hay un claro ganador: Barack Obama se convierte en el primer candidato de color con opciones reales de ganar. Antes que él, recordamos en los 80 al reverendo Jesse Jackson, que ni siquiera llegó a la nominación demócrata y claro, al líder por excelencia de los derechos civiles, Martin Luther King, que no se presentó nunca, pero que abrió las puertas para que hoy Obama tenga opciones reales de ganar.

Pero volviendo al título del artículo, ¿por qué Mc Cain lo tiene negro? Salvando el juego de palabras, si se confirman los rumores de un ticket Obama-Clinton, con Hillary en el papel de la De la Vega a lo yankee, el canoso candidato republicano puede ir yéndose a su casa. Primero porque el dream team demócrata tiene mucho peso político y sobre todo mediático. Y segundo porque cualquiera de los dos candidatos por sí solo podría hacerle sombra a un McCain que no goza del carisma de Obama o Hillary, ni del apoyo de comunidades políticas significativas: Mc Cain es un centrista  un "rara avis" dentro de su partido, que no tendrá mucho que hacer en los sectores de la América profunda que representan los republicanos.

El primer candidato negro

No hace tanto que en Estados Unidos había autobuses para negros y para blancos. O universidades vetadas a los de color. No estamos hablando del siglo XVIII o XIX, sino de mediados del siglo XX, apenas medio siglo atrás. Y en aquel entonces el racismo era atroz, y por supuesto, que hubiera un candidato negro y menos un presidente negro, sería algo impensable. Hoy está a punto de suceder. Y eso supone un salto cualitativo muy importante dentro de la política estadounidense.

Aunque Obama todavía tiene que ganar, si llega a ser presidente se unirá a ese club de dirigentes que rompen el tabú de que quien dirige el país debe ser un WASP, es decir, blanco, anglosajón y protestante. Kennedy era católico y ya entonces supuso una revolución. Obama es negro y no tiene nada de anglosajón, por tanto está claro que está destinado a romper moldes como lo hizo Kennedy.

¿Pero cuál es el gran atractivo de Obama? Los partidarios de Hillary dicen que es un ingenuo, pero es más listo de lo que nadie cree. El senador por Illinois dice que su modelo político es Ronald Reagan, el padre de la revolución conservadora que congregó a demócratas y repúblicanos en un consenso casi irrepetible. Y es que su atractivo es innegable. Puede llamársele populista, sí, pero encandila a todo aquel que lo escucha. Es una especie de nuevo mesías. Su credo es la comunicación, y Barack es su profeta.

Los comentaristas políticos americanos están que no se lo creen. Le llaman "el Nuevo Testamento", por su nuevo discurso. Tanto en el fondo, como sobre todo en las formas. Ahí es insuperable.  La mejor anécdota quizás sea la que le ocurrió al actor Morgan Freeman en una cena de recaudación de fondos, en Hollywood: Obama le miró a los ojos y dijo: "Este hombre ha sido presidente antes que yo", refiriéndose a su papel en "Deep Impact". Seguidamente Obama, sin dejar de mirarle, añadió: "Este hombre ha sido Dios antes que yo", refiriéndose al papel  en la película Como Dios. Un buen ejemplo de que no estamos ante ese ingenuo que pintan los hillarystas.

Le comparan con Mandela, con los Kennedy y con Martín Luther King. Y ciertamente algo de ellos tiene. De momento, ha sacado a la anodina y "aburguersada" América del letargo político de ocho años de George Walker Bush. Ha despertado el interés por la política de una sociedad dormida y anestesiada tras la Guerra de Irak. Y ha sembrado una ilusión política que hacía decenios que no se vivía en Estados Unidos.

Ha sido capaz de vencer a una candidata aun más mediática que él, y con un apellido que le aseguraba media nominación. Y no es ese un mérito menor, porque Hillary es mucha Hillary. Si el dream team se confirma, -la Clinton se deja querer, y puede esperar ocho años para ser presidenta-, Mc Cain, el candidato más "patata" de los últimos años en el bando republicano-, puede ir despidiéndose del American dreamin'. Obama lo tendrá tan chupado como Bill Clinton en 1992 para deshacerse de un Bush en la Casa Blanca. Yes, he can. 

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Los vídeos de Obama:

Discurso de Barack Obama: A more perfect union
 

Yes we can: el vídeo de los artistas para el candidato Obama. (Algo así como los Ana Belén y Victor Manuel de Estados Unidos)

Obama girl: I got a crush on Obama