Análisis de la final de Roland Garros

Roland Garros tiene su final esperada. La pista central Philippe Chatrier recibirá a los dos mejores jugadores del circuito profesional. Rafa Nadal y Roger Federer se batirán en duelo por la ensaladera más famosa del mundo.

En el cuadro masculino no ha habido sorpresas. La final de Roland Garros la disputarán los que más se lo merecen. Nadal ganó esta tarde a Novak Djokovic por 6-4, 6-2 y 7-6 y Federer se deshizo del francés Gael Monfils por 6-2, 5-7, 6-3 y 7-5.

Parece la final de siempre, pero nunca es la misma. Se supone que son los mismos jugadores, pero no es cierto. Todo puede pasar en una final, y si estamos hablando de los dos tenistas más fuertes del mundo podemos esperar lo inesperado. Un partido a vida o muerte. Ganador o perdedor. Entre estos dos jugadores no hay medias tintas. Sólo cuenta la victoria.

Rafa Nadal afronta su cuarta final consecutiva. Y lo hace de la mejor forma posible: no cediendo ni un sólo set en el Torneo, algo impresionante si tenemos en cuenta que se juega a 5 sets, y sumando su 27ª victoria consecutiva sobre tierra batida.

Su estado de forma es impecable, pese a la acumuación de partidos y a unos problemas con ampollas en su pié derecho ocasionadas en su participación en el Másters Series de Roma. Este año ya ha ganado el Másters Series de Montecarlo, el Másters Series de Hamburgo y el Condé de Godó en Barcelona. Finalista en Miami y en Chennai. Sin lugar a dudas,

Rafael Nadal ha vuelto más fuerte que nunca y quiere, busca y lucha el número 1 del ránking mundial con más ganas y más tenis que nunca. Hoy, ante el serbio Djokovic, no ha dado tregua, y ha dominado de cabo a rabo el encuentro. Lo mismo hizo con N. Almagro, F. Verdasco, J. Nieminen, Devilder y T. Bellucci.

En esta final lucha por hacer historia, puesto que únicamente el sueco Björn Borg ha levantado el trofeo de los Mosqueteros cuatro veces consecutivas. Veremos si es capaz el nuestro.

Ante él, como no podía ser de otra forma, Roger Federer. Después de que José Higueras se hiciese cargo de su preparación sobre tierra batida, el suizo ha mejorado sustancialmente. Su juego es más potente y más inteligente, y por tanto el peligro de sus bolas es todavía mayor. Su revés cruzado se ha armado.

El número 1 del mundo ha pasado por problemas físicos en los últimos tiempos, algo que ha sembrado dudas en los aficionados del tenis, llegando incluso a barajarse la posibilidad de que el suizo estuviera teniendo problemas mentales. No es fácil la presión que ha aguantado desde aquella victoria en Wimbledon sobre el fantástico Pete Sampras. La frialdad de este jugador no estaba siendo normal, y tras meses de preparación exclusiva, logró cambiar su actitud en la pista. Ahora se muestra más emotivo y transmite mucho más.

Este año tan sólo acumula un modesto título, el alcanzado en Estoril. Las dos finales que ha jugado las ha perdido contra su principal rival: Rafa Nadal.

Si miramos las estadísticas y los enfrentamientos directos, no entendemos cómo Nadal está detrás de Federer: 10-6 a favor del español. Y es que sobre tierra batida el número 1 es Nadal.

Durante la presente edición de Roland Garros hemos visto a un Federer serio en los primeros partidos pero dubitativo en las últimas eliminatorias. Ha ganado a Monfils, F. González, Benneteau, M. Ancic, A. Montañés y S. Querrey.

En su semifinal contra Monfils, ha practicado un tenis nada habitual en él. Sin control sobre la bola y con una muñeca algo agarrotada. No es habitual que Federer no aproveche con su servicio una bola de set. Por contra, Rafa Nadal se ha mostrado más seguro y más confiado que nunca, con puntos totalmente espectaculares. A pesar de la envergadura de sus rivales, ha pasado por encima de ellos como una auténtica apisonadora.

Lo cierto es que se verá un bonito encuentro de tenis con puntos espectaculares. Si algo tiene Roland Garros, es que sus cinco sets dan para mucho.

Carlos F.