Quince razones para visitar Pyongyang

Donde el autor, aprovechando la lectura del cómic Pyongyang (Guy Delisle, editorial Astiberri), recomienda encarecidamente a sus hipotéticos lectores la lectura del mencionado álbum y la visita de la mencionada ciudad y, para vencer cualquier posible reticencia y derribar  prejuicios infundados, enumera de forma clara y sencilla varias razones, en concreto quince, para visitar este país, no sin antes haber aprendido una pocas palabras en coreano que ayuden a romper el hielo.

Mirad camadaras, ahora que sopla el viento sur, veo el perfil de Peña Cabarga recortarse al otro lado de la bahía

1- Exclusividad: Sólo hay dos agencias que organizan viajes a Corea del Norte. Y El Corte Inglés no es ninguna de ellas.

2- Pyonyang es un destino Pop. Qué país tan bizarro, podrás relatar a tus amigos sentados en las butacas rojas del Pepe Botella, a ser posible junto a una de las ventanas con vistas a la Plaza del 2 de mayo. No pasa nada, todos hemos dicho bizarro alguna vez en voz alta y nos hemos sentido muy ingeniosos.

3- Si tienes amigos bizarros, podrás traerles de regalo una colección de pósters de propaganda como éstos. Si además eres una persona con iniciativa y la iniciativa te dura más que una eyaculación, puedes desarrollar una línea de camisetas con iconografía coreana estalinista, a la venta en Fuencarral, en el Raval, y en el barrio del Carmen. También puedes comercializar los pins de Kim il Sung y su hijo Kim Jong-il, que todo coreano debe portar en la solapa.

4- Podrás utilizar esa frase mágica que te dijo una vez un croata en Berlín: “esto me recuerda a Albania en las crisis del petróleo”.

5- El Estado te pone guía gratis (y obligatorio).

6- No te puedes perder (el guía te acompaña siempre que salgas del hotel).

7- Nada más aterrizar te reciben con una ramo de flores (que deberás depositar a continuación en el Monumento a Kim Il Sung, el padre de la patria).

8- Las calles están limpias, no hay tráfico y no se ven mendigos ni discapacitados.

9- El transporte público es vintage: autobuses húngaros de los años 50 con la ITV a la vista. Por cada 5.000 kilómetros sin accidentes, le añaden una estrella

10- No tienes que poner el despertador. Una bocina en forma de alarma antiaérea despierta a toda la ciudad a las 7 de la mañana.

11- Desarrollo sostenible. A los millones de muertos provocados por las hambrunas (la mitad de los recursos del programa de alimentos de las Naciones Unidas se destina a Corea del Norte), se une la falta de electricidad. La ciudad queda a oscuras de noche, salvo los focos que iluminan los monumentos a Kim Il Sung y los flexos de las habitaciones de los pocos hoteles donde duermen los pocos turistas que en Pyonyang han sido.

12- Las frases de sus gobernantes son más impactantes que los blanditos proverbios chinos “Para reconstruir una sociedad victoriosa sólo sería necesario que sobreviviese el 30 por ciento de la población”.

13- No hay blogs ni google.

14- Si quieres deslocalizar tu empresa, el mercado laboral es flexible: a los dibujantes coreanos de las empresas de animación francesas se les paga con sacos de arroz.

15- En el aeropuerto te requisan el móvil y no te lo devuelven hasta que te marchas.

Si alguien se anima, que consulte con la agencia Koryo Tours (4 noches con salida desde Pekín, a partir de 2.630 euros). La web ofrece numerosos datos útiles, incluido un glosario de frases hechas para defenderte en el día a día. Lo normal: los números, hola, adiós y la típica frase que te ayuda a romper el hielo: jeguku inun segye-inmindurui chojjaeganun tujaeng-daesangimnida

que significa
"US imperialism is the number one target in the struggle of the world’s people".