Beni encara la autonomía como el primer paso para intentar salir de la pobreza

Trinidad (Bolivia).-  La región opositora de Beni, en el noreste de Bolivia, encara el referendo sobre su estatuto autonómico de mañana domingo como un desafío al Gobierno centralista de Evo Morales pero, sobre todo, como el primer paso para intentar salir de la pobreza.

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(EFE)

Ciudadanos de la región amazónica de Pando celebran, el pasado 29 de mayo, en la ciudad de Cobija el cierre de campaña para aprobar el próximo domingo un estatuto autonómico para ese departamento y el de la región vecina de Beni.

"El pueblo está cansado de pedir y de que no llegue nada", dijo hoy a Efe Juan, un ingeniero civil de Trinidad, la capital de la amazónica Beni.

Juan comenta que los políticos sólo viajan a Beni durante la campaña, lamenta que después "nunca aparecen" y, por eso, es partidario de que la región pueda "fiscalizar" los recursos que le corresponden y dar prioridad a sus necesidades.

Según cifras oficiales, en Beni y en Pando, la otra región opositora que celebra también mañana su consulta sobre el estatuto autonómico, la pobreza se sitúa entre el 70 y el 75 por ciento de la población, muy por encima de la media nacional del 58,6 por ciento.

Además, en los dos últimos años, Beni ha sufrido graves daños por el impacto del fenómeno climático de "La Niña", que ha golpeado especialmente a la ganadería, principal motor económico del departamento.

"Van a llegar más recursos, hacen falta", apuntó a Efe Elvira, otra vecina de Trinidad, al asegurar que va a votar por el "sí" al estatuto porque la autonomía es sinónimo de "progreso".

Están habilitadas para votar en la consulta de mañana 134.468 personas de las 430.000 que viven en Beni, según datos de la Corte Departamental Electoral (CDE).

Habrá 914 mesas de votación distribuidas en todo el departamento para un referendo que no cuenta con el aval de la Corte Nacional Electoral ni del Congreso y que, además, tampoco es reconocido por el Gobierno de Evo Morales.

Las consultas de mañana en Beni y Pando, la que realizó la rica Santa Cruz el pasado 4 de mayo y la que prepara Tarija para el próximo 22 de junio mantienen enfrentados desde hace meses a los prefectos de estas regiones, todos opositores, con el Ejecutivo de Morales y su proyecto de nueva Constitución.

El presidente reiteró el viernes que está abierto a un diálogo político sobre la crisis que arrastra el país, aunque volvió a calificar los estatutos autonómicos que proponen Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando de "ilegales e inconstitucionales".

"Los estatutos van contra los pobres, son más para los ricos", sostuvo hoy a Efe un vecino de Trinidad que no quiso dar su nombre y que tiene un taller de arreglo de equipos electrónicos.

"No estoy de acuerdo con el estatuto, sí con la autonomía", recalcó este hombre, cuya opinión coincide prácticamente con lo que piensa Palmiro Soria, el delegado del presidente Morales en Beni.

"Los estatutos son mediocres", denunció Soria en entrevista con Efe y añadió que, por eso, pronostica que los votos a favor en el referendo de mañana no superarán el 40 por ciento.

Según Soria, en provincias como Vaca Díez y Ballivián la abstención va a ser muy alta, porque durante estos últimos días se han celebrado en esos lugares varias marchas y concentraciones en contra del estatuto.

También se han producido esta semana en varias localidades del departamento enfrentamientos entre autonomistas y seguidores del Gobierno, y el viernes grupos supuestamente vinculados al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) quemaron urnas en el municipio de San Borja.

La Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, afín a Morales, anunció que bloqueará las carreteras de acceso a Beni y también amenazó con quemar urnas y destruir papeletas en lugares como Riberalta y Yucumo para evitar la votación.

La CDE identificó al menos 12 zonas conflictivas en las que mañana podría haber incidentes.