Desconocida, imprevisible, inexperta en alta política, polémica, atractiva... La candidata a la vicepresidencia fue un revulsivo para los republicanos y toda una incógnita para sus compatriotas y el resto del mundo. Transcurridas ya varias semanas, Sarah Palin se ha convertido en un quebradero de cabeza para su jefe (lo último, su abuso de poder como gobernadora de Alaska) y en diana de todos los dardos. Ni Pamela Anderson la soporta...