El billete de transporte público sale más caro en España

Un madrileño, un parisino, un vienés y un bruselense van a trabajar de forma habitual en transporte público. El viaje al español le sale por 463 euros al año, al francés por cerca de la mitad, al austriaco por 191 euros y al belga completamente gratis. Moraleja: el transporte colectivo español es uno de los más caros de Europa. Esta es una de las principales conclusiones del 'Estudio de políticas tarifarias para usuarios habituales del transporte público' presentado hoy por el Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (ISTAS) de CCOO.

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Estación Bilbao, en el metro de Madrid

"Existe la percepción social de que el transporte público en España es el más barato de Europa", comenta Llorenç Serrano, secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO, "si bien nuestras ciudades tienen un precio de billete único más barato que otras, en lo que se refiere a grandes descuentos que beneficien a los usuarios más habituales no somos los más económicos".

En realidad, subirse al metro o al autobús de forma diaria no sólo le sale más caro a un trabajador español, también se tienen que rascar más el bolsillo los escolares y estudiantes de nuestro país si comparamos las tarifas de Madrid con ciudades como Bruselas, París, Viena, Turín o Praga para estos mismos estratos sociales. Sólo el transporte colectivo de Londres resulta mucho más caro para los trabajadores, quienes pueden llegar a pagar más de 1.220 euros al año. Si en algo destaca el sistema de transporte público español es en la gran cantidad de descuentos y políticas tarifarias que destina a personas con mínimos ingresos, como es el caso de los pensionistas.

El análisis comparativo de CCOO ha utilizado como base las tarifas de un abono transporte anual (zona A) del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) para finales de 2008 y a partir de ahí ha analizado los precios de siete ciudades europeas y tres españolas:

ISTAS lleva mucho tiempo trabajando en promover una movilidad sostenible que excluya al vehículo privado. La misma organización recuerda que viajar en transporte público es entre tres y cuatro veces más económico que hacerlo subido al coche privado, ya que los gastos de tener un auto en propiedad rondan los 6.000 euros al año para la economía familiar (entre gasolina, aparcamiento, seguros, mantenimiento...). Para este instituto sindical, el transporte colectivo necesita crear tarifas sociales (ver pdf) para las diferentes personas que cogen el metro o el autobús cada día, tanto por edad como por capacidad adquisitiva:

Trabajadores

En Bélgica se ha conseguido un convenio con la empresa SNCB, la cual contribuye a pagar parte o la totalidad de un pase anual ferroviario a su personal, una ayuda que está libre de impuestos. De esta forma, un asalariado en Bruselas paga entre 0 y 465 euros al año según la aportación que hace su empresa. En toda la zona parisina de Île-de-France, los trabajadores se benefician de un 50% de descuento en el precio del abono anual: pagan unos 278 euros al año. También en Francia, en el área metropolitana de Lyon existe el programa PDE-PDA (ver pdf en francés) con reducciones de entre el 25 y el 50% a través de un convenio entre empresarios y el organismo de transportes. Allí los franceses abonan entre 247 y 371 euros al año. Si comparamos los euros que pagan belgas y franceses por su abono anual con lo que cuesta un título de las mismas características en el Consorcio de Transportes de Madrid (463,10 euros), encontramos importantes diferencias de ahorro: un 40% en París, un 46,5% en Lyon y un 100% en Bruselas.

En España, el presidente Zapatero anunció en mayo los 'cheques transporte', una medida que supondría una rebaja media del 24% en el coste del transporte público para los trabajadores. Una idea que aún está en el aire. Existen algunos colectivos, como los funcionarios de la Comunidad de Madrid, que ya se benefician de tener un abono transporte totalmente gratis. Dos ejemplos: en la enseñanza pública se percibe en nómina la cantidad correspondiente a los títulos mensuales de transporte; y desde 2007, el personal del Ministerio de Medio Ambiente tiene la posibilidad de recibir el 100% del coste del abono para todo un año, si renuncia al uso de su tarjeta personalizada para el aparcamiento.

Escolares

Según el documento de ISTAS, en ciudades como Bruselas o Viena, el billete para estos jóvenes puede salir gratis. En concreto, en la capital austriaca los alumnos menores de 15 años de centros públicos y concertados viajan gratis los días no lectivos. En París, el gasto de un escolar ronda los 278 euros al año y sólo la capital inglesa supera las tarifas madrileñas con 367 euros al año. En Estocolmo, un adulto puede llevar hasta seis escolares menores de 12 años totalmente gratis.

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CCOO propone la gratuidad del transporte público hasta los 16 años

Los alumnos que cursen hasta sexto de primaria en Tarragona tienen un título especial que les permite hacer cuatro viajes diarios gratis. Esta iniciativa, que comenzó este año, está prevista que se amplíe a estudiantes de ESO, Bachillerato y otros Ciclos Formativos. En otras ciudades españolas como Alicante, los autobuses ofrecen un bono escolar de 30 viajes para los alumnos de hasta 16 años por 13,55 euros. Desde CCOO reclaman que la gratuidad del transporte se extienda hasta los 16 años para crear un hábito de uso de medios más sostenibles desde el principio, y porque "podría ser una medida beneficiosa para que los adultos que los acompañen a la escuela escojan el transporte público en lugar del vehículo privado". Así evitaríamos que las puertas de los colegios se colapsen de coches.

Estudiantes

En Viena los alumnos de hasta 26 años pueden viajar desde su casa al centro de estudios por cero euros, mientras que los universitarios de la capital austriaca disfrutan de descuentos de entre el 42 y el 77% en sus títulos de transporte. En Bruselas además buscan fidelizar a sus viajeros y aumentan el descuento si compran abonos de forma consecutiva, superando el 70% de descuento para los estudiantes de hasta 24 años. En París, los alumnos menores de 26 años tienen un descuento anual de un 50% y pueden pagar de manera fraccionada. En Lyon el descuento es de un 44% hasta los 28 años, mientras que en Londres el autobús y el tranvía son gratuitos. El metro y el cercanías londinenses ofrecen un descuento del 50% a los jóvenes hasta que cumplen los 18 años, edad a partir de la cual un estudiante tiene derecho a un 30% de ahorro. Destaca también la ciudad alemana de Mannheim, donde el 91% de los usuarios del transporte público viajan con un abono mensual o anual. Los universitarios de esta ciudad pagan una parte de la matrícula en concepto de transporte público (sean o no usuarios) de modo que se consigue que el 60% del alumnado tenga un abono anual valorado en 200 euros.

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CCOO pide que los estudiantes disfruten de descuentos durante el curso lectivo

En las universidades españolas también hay iniciativas que promueven el uso de transporte colectivo entre sus alumnos y trabajadores. En Vigo, los universitarios tienen una reducción de más del 30% en su abono; en Cartagena, los estudiantes, profesores y personal administrativo y de servicios de la Universidad Politécnica pagan un abono por unos 10-14 euros al mes con el que pueden viajar de forma ilimitada; y en Madrid, los alumnos y trabajadores de la Universidad de Alcalá de Henares disponen de un título especial de transporte por 15 euros al mes, con el que se ahorran entre el 36 y el 80%. Muchas ciudades de nuestra geografía cuentan con servicios urbanos de autobús que ofrecen importantes ventajas para los que están estudiando: A Coruña tiene una tarjeta recargable Universitaria (0,20 euros/viaje); Badajoz ofrece un bonobús para los estudiantes por 0,44 euros el viaje; en Ciudad Real, el bono de 10 viajes para este colectivo cuesta 2,10 euros; y en Jaén, un alumno puede viajar con un bonobús por 0,39 euros el trayecto.

Jóvenes

Un niño que no supere los once años de edad puede viajar gratis en el metro de Bruselas. Si tiene diez, podrá hacerlo de la misma manera en el suburbano de Lyon o en el de Londres. Y si aún no ha cumplido los 15 años, podrá subirse a alguno de los autobuses y tranvías de la capital inglesa por tan sólo una libra esterlina al día. Viena también es otra de las ciudades donde un joven de 15 años puede moverse sin pagar el billete. Sin llegar a ser gratuito, otras ciudades europeas ofrecen grandes descuentos para los jóvenes: París tiene el 50% para niños de hasta 10 años, Praga ofrece un ahorro del 75,7% para los chavales de hasta 15 años y Estocolmo cuenta con el 54,7% hasta los 20.

En nuestro país, algunas ciudades también ofrecen tarifas muy ventajosas para este colectivo. Es el caso de ciudades como Tarragona y Figueres, donde los jóvenes pueden viajar gratis hasta cumplir la mayoría de edad. En Lérida y Vilafranca los menores de 16 años viajan gratis, y en Gerona lo hacen así también los que no alcanzan los 12 años con el billete BUS12. Esta misma ciudad ofrece descuentos de hasta un 75% a los viajeros que no hayan cumplido los 18 años. El Metro de Bilbao cuenta con un 'Ticket Joven' válido para menores de 26 años que da derecho a un número ilimitado de viajes durante los 12 meses siguientes a la fecha de compra. Esta tarifa supone un ahorro de más de un 47%. El Bonobús Joven de Sevilla se destina a viajeros de hasta 29 años y permite desplazamientos ilimitados durante un mes por la mitad del coste de un abono mensual normal. La propuesta de CCOO busca ampliar el abono joven desde los 16 años hasta los 30.

Parados, pensionistas, discapacitados...

Según el estudio de CCOO, en Bruselas promueven descuentos importantes para familias numerosas, que disfrutan de un abono totalmente gratuito a partir del cuarto año. En París existe el Abono Solidario dirigido a personas en situación de precariedad y a los mayores de 60 años: el viaje les sale gratis. En Londres también hay un título similar al parisino, el Freedom Pass. Se trata de un abono válido para un número de viajes ilimitado fuera de la hora punta matinal. Va dirigido a personas mayores de 60 años y a los discapacitados londinenses. En Turín, las personas en paro pueden comprar un pase trimestral con un 33,8% o un 87,6% de descuento, dependiendo del tipo de subsidio que reciben. Y en Praga, los mayores de 70 años y las personas con movilidad reducida no tienen que validar su billete cuando montan en el transporte público: es gratis.

Billete Gizatrans de Bilbao

Entre las ciudades españolas, destaca Bilbao con su billete Gizatrans, un título de transporte que beneficia a las personas mayores de 65 años o con minusvalía con descuentos de entre el 60 y el 70%. En Sevilla, desempleados, pensionistas mayores de 60 años y personas de más de 65 años pueden viajar siempre de forma gratuita. La única condición es que estén empadronados en la ciudad andaluza. En Vigo, los pensionistas, los mayores de 70 y aquellas personas con movilidad reducida también pueden subirse al transporte público sin pagar un céntimo. En el caso de que se necesite silla de ruedas, el acompañante también viaja gratis. En Gerona tienen el 'BUS 70', un abono que permite 30 viajes gratis al mes a mayores de 70 años. Lo más parecido que hay en Madrid es la Tarjeta Azul para pensionistas, jubilados y personas con minusvalías y pocos ingresos. Todos ellos pueden utilizar el metro y el autobús urbano por 5,50 euros al mes. En Gijón existe una tarjeta recargable con tarifa social, en la que cada viaje sale a 0,31 euros; y en Santander las familias numerosas empadronadas en la ciudad se pueden subir al transporte público por cero euros.

Para saber más:

• 'Estudio de políticas tarifarias para usuarios habituales del transporte público' (pdf)
• Propuesta de CCOO de nuevos abonos de transporte público (pdf)