Esta es una pareja feliz. Se casan. Se van de viaje de novios, ¿y qué es lo que hace ella nada más volver? Ir a casa de su madre. Y así todos los fines de semana: entre casa de la abuela, las tías y la madre, el marido no encuentra espacio para ellos. Aunque cause gracia, esta es una historia bastante común de 'mujeres enmadradas'.
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