La entrada de la maestra de ceremonias, Carmen Machi, no podía ser más espectacular, ataviada con un complejo vestido-lámpara de araña de Lorenzo Caprile. Si hay algo que ha destacado en este look es el barroquismo en todos los detalles: cuerpo dorado con pedrería, guantes de raso, mega pulsera decorando uno de estos guantes, estola de piel... Queremos pensar que todo este despliegue de lujo es parte del sentido del humor de la actriz, que ha decidido aportar todo el glamour más decadente posible a una gala que siempre suele pecar de aburrida. ¿Será una broma?