¡Castigada sin Liga Mundial!

Hablar mientras el profesor explica la lección, jugar con la cerbatana o que te pillen mandando notitas puede ser motivo para ir castigado al despacho del director. La selección española de voleibol, a pesar de haberse portado correctamente, es castigada y enviada a la Liga Europea. ¿Por qué? Por no llenar los estadios y no crear expectación, aquí en su tierra. La Federación Internacional de Voleibol (FIVB) ha decidido expulsar a la selección española de la Liga Mundial porque el balonvolea, como se llamaba cuando mi madre usaba calzas, no tiene tirón.

Pascual y Lobato con el trofeo europeo (EFE)

La pregunta que, de repente, surge en nuestras cabezas es ¿pueden hacer eso? Desgraciadamente la respuesta es contundente: SÍ. Aquí no hay fases de clasificación ni repescas. La FIVB invita directamente a los mejores equipos del mundo. Su criterio, esta vez, se ha excedido de lo meramente deportivo al apartar a España de la mejor liga del mundo pero, por 'h' o por 'b', los chicos de Marcelo Méndez están fuera. También se cae de la convocatoria Egipto, por el mismo motivo, y en su lugar entran Holanda y Argentina.

La FIVB creó esta Liga en el año 1990. Desde ese año dieciséis equipos compiten cada temporada por alzarse con el título mundial. Este año fue Estados Unidos el encargado de lograr tan preciado título. La selección española, que ha participado once veces en esta Liga, jamás ha conseguido proclamarse campeona.

Pero no crean que España se queda sin jugar campeonatos internacionales, no. Simplemente es como si hubiese bajado de división. Pasa de jugar la Liga Mundial a disputar la Liga Europea, de la que se proclamaron campeones ante Portugal en el 2007. Este año fue Eslovaquia la encargada de subir a lo más alto del cajón. No es una Liga fácil pero carece del nivel de la Mundial, que se lleva a los mejores equipos de Europa (Italia, Rusia y Holanda), a excepción de España.

La selección vivió en el 2007 su año de gloria. Además de proclamarse campeones de la Liga Europea, lograban la medalla de oro en el Europeo de Rusia y ante los anfitriones. Tenía opciones de clasificarse para los Juegos y volvía a jugar la Liga Mundial, en la que ya había participado en diez ocasiones. Un año después España no logró competir en Pekín, desperdició las oportunidades de clasificarse en la Copa del Mundo de Japón y en los dos preolímpicos que disputó, y vuelve a la Liga Europea.

“Mira, mira en cancha está una nueva jugadora, Juana es su nombre y tiene mucha calidad...”. Así comenzaba la canción de “Juana y Sergio”, unos dibujos manga cuya trama giraba alrededor de la cancha de volei. Tampoco nos podemos olvidar de “Julia”, cuyos sufridos entrenamientos y sus lágrimas nos acompañaron en la infancia. Pero, más allá de unos dibujos manga antiguos, el voleibol no triunfa en España. Es un deporte de segunda fila. Sin publicidad, sin casi patrocinadores (Kinder) y con muy poca repercusión mediática en los medios.

Esto es, la selección ha caído en la casilla equivocada y debe volver a la salida. El año que viene puede ser tan fructífero como lo fue el pasado. Hay que intentar el doblete. Turquía será el escenario donde los chicos de Marcelo Méndez intentarán revalidar el título de campeones de Europa, y la Liga Europea puede volver a caer en el saco español. Cuando el niño cruza el pasillo camino del despacho del director sólo piensa una cosa: “que termine pronto el castigo”. España tiene que volver a la elite del voleibol cuanto antes.