La pena de muerte en USA no es exclusiva de republicanos

El próximo día 3 de diciembre está prevista la ejecución de Darold Ray Stenson, de 55 años, acusado del asesinato de su esposa y de su socio en 1993. En caso de que le ejecuten, y todo apunta a que así será, sería el primer ejecutado en el estado de Washington desde 2001 (y van 77 desde 1904).

Foto de Darold Ray Stenson en 2001 (AP para el Seattle Times)

Llama la atención la polémica que ha despertado el caso, pues el propio acusado ha negado siempre su culpabilidad, algo no muy habitual entre este tipo de sentenciados a muerte. El juez ha paralizado de momento la ejecución y ha pedido nuevas pruebas de ADN para confirmar las acusaciones. La polémica es tal que los propios obispos católicos del estado han pedido por escrito a la Gobernadora del estado de Washington, la recién reelegida demócrata Christine Gregoire, la conmutación de la pena de muerte por la pena perpetua.

"No hay justificación moral para imponer una sentencia de muerte", dicen los obispos. "La violencia - sigue la carta -genera violencia en nuestros corazones y en nuestros actos". Y aseveran: "Continuando la tradición de responder al asesinato con un asesinato con garantía del estado, lo que hacemos es robarnos a nosotros mismos la autoridad moral así como perpetuar aquello por lo que acabamos de sancionar".

Según la asociación Innocence Project, la revisión a última hora de las pruebas del ADN de 225 convictos por el juez de turno ha dado como resultado la declaración de inocencia de 17 personas a las que se les iba a ejecutar sin ser culpables o al menos sin las suficientes pruebas de ello.