La Constituyente de Ecuador descansa sobre el vuelo de un cóndor y bajo la mirada de Alfaro

Quito.-  La sede de la Asamblea Constituyente de Ecuador descansa sobre el vuelo de un enorme cóndor y bajo la mirada de Eloy Alfaro, un revolucionario liberal del siglo XIX, que vigila la elaboración de la vigésima Carta Magna del país.

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(EFE)

El presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta (c), durante la ceremonia de inauguración de la Asamblea Constituyente, en la ciudad ecuatoriana de Montecristi, donde se redactará la vigésima Carta Magna del país.

La sede de la Constituyente, ubicada en una explanada al pie del cerro Centinela, en Montecristi, está formada por una nave principal que acoge al plenario de la Asamblea, un museo, un mausoleo y obras complementarias, que en conjunto forman la figura de un cóndor.

El complejo, bautizado como "Ciudad Alfaro", es una ciudadela de Montecristi, la cuna de "Don Eloy", caudillo liberal, dos veces presidente de Ecuador entre los siglos XIX y XX e inmolado, de forma cruel, por enemigos conservadores en Quito, el 28 de enero de 1912.

"Ciudad Alfaro" congregará a los 130 integrantes de la Asamblea, 80 de ellos del oficialista Alianza País, que lidera el jefe del Estado, Rafael Correa, impulsor de la Constituyente y del complejo.

El artista Ivo Uquillas, que elaboró los murales y una enorme escultura del caudillo liberal, que integran el mausoleo, señaló a Efe que el "Memorial de Alfaro" es "un canto al Ecuador" y a América Latina.

Entre los murales del interior del mausoleo, que por fuera tiene la forma de una enorme vasija de barro invertida, destaca "el amor del hombre y la mujer aborigen", así como "dos manos amarradas que incrustan sus dedos sobre la piel de la tierra y brotan mazorcas de maíz, como diciendo que los hombres de América son de maíz", dijo Uquillas.

En los murales también se representa a los diferentes pueblos del Ecuador, "negros, mestizos, cholos, indígenas y manos que abrazan la tierra", añade el artista.

También se observa "el cóndor agonizante, con el que fue decorado el primer ferrocarril que Alfaro hizo construir para unir a Quito y Guayaquil", las ciudades más importantes del país, que ha estado olvidado durante muchas décadas.

"Alfaro fue, fundamentalmente, un masón, que decía que el hombre es una roca en bruto que se va tallando, a medida que se va formando", señala Uquillas.

El monumento fue elaborada en bronce, tiene 5,20 metros de altura y está inspirado en un escrito del colombiano José María Vargas Vila, que en su libro "La muerte del Cóndor" dice: "No podrán nada contra su memoria, que se alza desde el fondo de la tumba, como las llamas de las entrañas de un volcán colérico, hacia el cielo".

"Con estas palabras de fuego, prácticamente, Vargas Vila idealizó este monumento", sostiene Uquillas, que se enorgullece de que su obra "fue parida en un tiempo récord de cuatro meses".

"Cada centímetro del Memorial ha sido hecho con pasión" y representa a "un Alfaro que se eleva desde la raíz de la tierra e irrumpe hacia el infinito", añade el artista.

Su enemigos "pensaron que lo habían matado, pero no se dieron cuenta que Alfaro se convirtió en luz y se encendió para siempre. Es un vigilante constante de lo que se haga en este sitio sagrado" y donde el país ha depositado toda su fe, afirma.

Con mucha emoción, Uquillas ve su obra y repite los versos de una popular canción ecuatoriana: "Yo quiero que a mí me entierren, como a mis antepasados, en el vientre oscuro y fresco, de una vasija de barro".

"Esa canción es todo esto", repite y recuerda que la mirada de la escultura de Alfaro, que elaboró "con tanto amor", vigilará la sede de la Constituyente y a los asambleístas.

El arquitecto Francisco Aguilera comentó a Efe que la idea de "Ciudad Alfaro" toma como base un símbolo del país: el cóndor.

Por eso el complejo está formado por una nave principal, la sede de la Asamblea, que desde el aire se observa como el cuerpo del cóndor, y el mausoleo, que representa el cuello y la cabeza del ave.

Para ingresar en él se debe pasar por un túnel, que desde el aire se puede ver como el cuello del cóndor, pero que también representa "la matriz de una mujer, porque es la que parirá la nueva Constitución", asegura Aguilera.

En la cúspide del Memorial hay una ventana octogonal, por la que pasará la luz del sol, que al mediodía, caerá vertical sobre el rostro de la escultura de Alfaro.