El erotismo del cine oriental choca contra la censura china

Por un lado, el director taiwanés Ang Lee y su reciente obra de 2007 'Deseo, Peligro' ('Lust, Caution', en inglés; 'Se, Jie', en chino) recorren los cines de medio mundo cosechando éxitos de taquilla y de crítica. Por otro, las escenas de contenido erótico de la película han sido censuradas en la propia China, donde el filme se exhibe sin los bellos momentos sexuales que le dan personalidad.

Lo que parece un camino claro hacia una nueva nominación a los Oscar choca contra un régimen censor, no sólo en lo que concierne a lo artístico, sino también a lo político. La Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión de China ha promulgado una regulación claramente en contra del erotismo en el cine:

• Revocarán las licencias a los estudios si producen películas con contenido sexual.
• Prohíbe las películas eróticas en los festivales nacionales.

• Impide a directores y actores que participen en ese tipo de filmes, castigando a quien lo incumpla con hasta cinco años de inhabilitación.
• También se restringirá la aparición en las películas de diálogos vulgares, canciones sucias y ciertos efectos de sonido.

El cine oriental, aunque muy especialmente el chino, vive asociado al erotismo, aparte de a las artes marciales y a las películas de terror, fundamentalmente japonés. Una de las grandes películas clásicas donde lo sexual y lo explícito se muestran en comunión con el argumento y la historia es la japonesa 'El imperio de los sentidos' (Nagisa Oshima, 1976). Fue muy polémica en su momento: una historia de amor y sexo al límite en la que los juegos eróticos traspasan fronteras. Destacan la seriedad y la justificación artística en la presentación del sexo explícito.

Es difícil imaginarse ciertas películas sin ese halo de sexualidad sugerida o explícita. Se juega con los colores, los sonidos, la música, los puntos de vista, los planos. Wong Kar-Wai, hongkonés adoptado, es un director de culto que ha sabido combinar las transgresiones del cine moderno con el espíritu de lo clásico. Sus filmes, entre los que destacan 'In the mood for love' ('Deseando amar, 2000) y '2046' (2004), rebosan belleza, erotismo y romanticismo. Son historias de una sexualidad intensa, poderosa, omnipresente. Hay sexo en cada ralentí, en cada una de las miradas. La sugestión de una espalda desnuda. La cercanía de un cuerpo.

Aunque no en el mismo nivel erótico en cuanto a lo explícito se refiere, pero sí acercándose, el director surcoreano Kim Ki-Duk, especialmente en 'El Arco', explora senderos parecidos. Ang Lee está en boca de todos los cinéfilos. Fue el primero en introducir temas homosexuales en el cine asiático y ha sido el último en escandalizar al gobierno chino con su 'Deseo, Peligro'. Un filme que sin la belleza y la solidez del sexo explícito entre Wong Chia Chi (ella) y el señor Yee (él) perdería calidad y, muy probablemente, espectadores.

No siempre las escenas sexuales están justificadas. Muchas veces se introducen de forma gratuita. ¿Piensas que así ocurre en 'Deseo, Peligro'? ¿Y en el cine oriental en general? ¿O crees que las historias perderían personalidad si se impone lo regulado por el gobierno chino?