La planta de Aznalcóllar procesará 40.000 toneladas de residuos este año

Sevilla.-  La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, ha visitado hoy en el municipio sevillano de Aznalcóllar la primera planta de tratamiento, iluminación y reciclaje de materiales eléctricos y electrónicos, que en 2008 procesará unas 40.000 toneladas de este tipo de residuos.

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(EFE)

Un operario recicla tubos de televisión en la primera planta de reciclado y eliminación de residuos eléctricos y electrónicos de Andalucía, que ha supuesto una inversión de 9,2 millones de euros, y que ha inaugurado hoy la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves.

La planta de Recilec, ubicada en los suelos del Parque de Actividades Mediambientales de Andalucía (PAMA), construido en una de las zonas más afectada por el desastre de las minas de Aznalcóllar, abrió sus puertas hace seis meses y este año logrará un grado de optimización del 80 por ciento en la extracción de componentes y materias primas de aparataje inservible que son susceptibles de comercializarse en una segunda línea de mercado.

Las firmas privadas Indumental Recycling y Técnicas de Protección Ambiental -filial del grupo FCC- participan en la gestión de esta planta de reciclaje, pionera en Andalucía y en la que se han invertido 9,2 millones, con el apoyo de las administraciones.

La planta de Recilec de Aznalcóllar, a la que se unirá en el medio plazo otra de similares características para Andalucía oriental que se levantará en Granada, funcionará, con más de una treintena de empleados, al 80 por ciento a lo largo del año, llegando al cien por cien en 2009.

Con ello, será capaz de procesar los desechos electrónicos y de componentes eléctricos que genera cada habitante de Andalucía a razón de entre 4 y 5 kilogramos por anualidad.

Según ha explicado Coves, los andaluces cuentan con 50 puntos limpios para el depósito de este tipo de aparatos y materiales, que luego son transportados para su posterior reciclaje, extracción de materias primas servibles y eliminación de sustancias tóxicas, como el gas CFC -presente en muchos aparatos como los frigoríficos- y que es licuado en las instalaciones de Recilec.

Coves ha calificado el trabajo de Reciclec, con maquinaria y trabajos segmentados y especializados para las llamadas líneas blanca, marrón, gris, plásticos y polímeros de diferente aparatajes eléctrico o electrónico, como imprescindible, al tiempo que ha destacado la función social de las empresas que orientan su actividad hacia el sector medioambiental.

Ha resaltado que actualmente el PAMA de Aznalcóllar, escenario de una "tragedia medioambiental" que en abril cumple una década (en alusión a la rotura de la balsa y al vertido tóxico), en su primera fase de funcionamiento emplea a unos 400 trabajadores repartidos en 42 empresas.

El presidente de Recilec, Manuel José García, presente en el acto inaugural del complejo y al que asistió también la alcaldesa de Aznalcóllar, Salud Santana, ha resaltado que "no existe hoy por hoy una planta igual en Europa".

El centro trabaja distintas líneas de reciclaje, entre las que destacan los metales, los plásticos y polímeros, el vidrio, el aceite, gases, y pilas y baterías que son tratados en áreas diferenciadas tras la recepción de diversos aparatos y electrodomésticos como frigoríficos, televisores, ordenadores, baterías, tubos fluorescentes, centrifugadoras y lavadoras.

El consejero delegado de Indumental Recycling ha destacado que estas instalaciones cumplen con la directiva de 2005 en materia de tratamiento de residuos y componentes electrónicos y ha subrayado que además de evitar la contaminación del medio ambiente a causa de los elementos tóxicos, tiene una línea de funcionamiento orientada a la recuperación de materiales que son aprovechables desde el punto de vista de la extracción y comercialización de las materias primas.

Está previsto que esta planta de reciclaje, en la que participa la Junta a través de la empresa pública Egmasa, incremente su rendimiento cuando se haga efectivo el apagón tecnológico y entren aparatos receptores de televisión que resulten inservibles.