Dos hermanos mexicanos y un domador chileno se juegan la vida en el circo

Miami.-  Los hermanos mexicanos Alberto y Mauricio Aguilar corren y saltan cada día en "la cuerda floja" del Circo Ringling mientras en la misma pista el domador chileno Tabayara Antonio Maluenda se juega la vida frente a varios tigres.

ampliar foto

(EFE)

Una de las atracciones del Circo Ringling es la actuación del domador chileno Tabayara Antonio Maluenda, que se juega la vida frente a varios colosales tigres. . EFE/ Solo uso editorial - No ventas

El espectáculo sobrecoge por la pericia de los hermanos Aguilar a nueve metros de altura, mientras bajo sus pies el domador chileno maneja a los colosales tigres que, de vez en cuando, fijan su mirada en las evoluciones de los dos acróbatas mexicanos.

"Contrario a las películas, lo que aquí pasa es realidad. No tenemos dobles para estos actos de locura", explicó a Efe el domador chileno conocido como Taba, al terminar una función en Miami.

Taba pertenece a la sexta generación de la familia circense Maluenda y comenzó su carrera a los doce años como acróbata y trapecista.

"En aquel tiempo trabajaba en México con el Circo Fuentes Gasca y a escondidas empecé a entrenar con los tigres más tranquilos", explicó el artista de 37 años.

Su atrevimiento reemplazó al domador y dueño del circo Juventino Fuentes Gasca, conocido en aquellos tiempos como el "Tarzán Mexicano".

"No fue fácil que confiaran en mi porque tenía 14 años, pero me metí a la jaula y el número salió perfecto", recordó.

Aunque se encariña con los felinos por ser compañeros de trabajo, su sustento económico y lo que la da el reconocimiento internacional, Taba no olvida que "son fieras que no pierden su instinto animal".

"El riesgo siempre está latente dentro de la jaula. Uno tiene que tener ojos en la espalda", añadió.

Dentro de la jaula de metal, Taba se encierra con 13 tigres que pesan hasta 350 kilos algunos de ellos.

Con una varilla de bambú, Taba juega con los tigres: les manda acostar, les pone en fila, a saltar o brincar y sin que falten las caricias y los besos.

Pero el número más espectacular es cuando Taba utiliza sus dotes de acróbata para ponerse de manos con las piernas extendidas en el aire mientras un tigre salta por encima.

"Soy el primer domador de tigres que incluye la acrobacia en el espectáculo", afirma Taba, mientras su esposa, la trapecista brasileña Lu Enir Veira, no pierde un ojo dentro de la jaula y su hija Tabata, 10 años, alimenta con un biberón al tigre bebé de nombre Espartaco.

Quiénes también trabajan en familia son los hermanos mexicanos Aguilar.

"Somos la séptima generación de una familia circense", explicó Alberto Aguilar, de 28 años, que junto con su hermano Mauricio, de 31, aprendió a caminar por la cuerda con su padre Autreberto Aguilar.

"Cuando éramos pequeños íbamos a verlo al circo", agregó Alberto quien comenzó a los 10 años a caminar por la cuerda floja.

Alberto y Mauricio caminan con sombrillas, corren, saltan por encima de ellos, pedalean un monociclo y hasta se paran en una silla en el alambre de metal.

Pisar bien y el equilibrio son las destrezas que ensayan todos los días. Sin una malla de protección, los hermanos sólo tienen como seguridad el mismo cable por donde caminan.

"Por eso yo no me caigo", bromeó Alberto, mientras Mauricio afirmó que nunca han tenido un accidente que lamentar porque saben cuando se pueden caer y reaccionan rápido.

Contrario a Alberto, Mauricio desea mostrar sus habilidades fuera del circo como "realizar la hazaña de caminar en la cuerda extendida entre dos helicópteros".

Tanto los hermanos Aguilar como Taba desean dejar "en alto la raza de los latinos", ya que entrar en el circo Ringling es un objetivo "soñado por muchos".

El circo Ringling pertenece a la dinastía circense de la familia Kenneth Feld de Pennsylvania (EEUU) y tras 137 años de presentaciones ha logrado sobrevivir y mantenerse como el principal espectáculo mundial de circo.