La Cámara de Representantes votaría el plan de estímulo económico la próxima semana

Washington.-  La Cámara de Representantes de Estados Unidos podría someter a votación la próxima semana un plan de 150.000 millones de dólares para estimular el crecimiento económico, afirmaron hoy fuentes legislativas.

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(EFE)

El proyecto de ley para poner en marcha el plan de estímulo fiscal podría ser sometido a votación la próxima semana en el pleno de la Cámara de Representantes.

El acuerdo para un plan que inyecte millones de dólares a la economía de EE.UU. fue negociado en maratónicas sesiones a puerta cerrada entre la Casa Blanca y líderes de la cámara baja, y pactado finalmente el jueves, pero ya surgen algunas críticas de que el paquete no es suficiente o llega demasiado tarde.

Fuentes legislativas, que pidieron el anonimato por la sensibilidad de las negociaciones aún en marcha, indicaron hoy que el proyecto de ley para poner en marcha el plan de estímulo fiscal podría ser sometido a votación la próxima semana en el pleno de la Cámara de Representantes.

La iniciativa legislativa también tendrá que ser aprobada por el Senado, cuyos líderes han dejado abierta la posibilidad de modificarla para, por ejemplo, ampliar los beneficios para los desempleados.

La presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría republicana en ese órgano, John Boehner, habían negociado la eliminación de esa exigencia, pero todo indica que algunos demócratas en el Senado insistirán en ampliar esos beneficios.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se ha puesto como meta enviar el proyecto de ley al despacho del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para el próximo 15 de febrero.

Sin embargo, Reid reconoció que sus correligionarios intentarán modificar el plan pactado por la cámara baja y la Casa Blanca.

El senador demócrata Edward Kennedy, por ejemplo, dejó claro que intentará presentar enmiendas precisamente para extender los beneficios de desempleo y los subsidios de calefacción y los cupones o subsidios de alimentos para gente pobre.

Mientras, el senador demócrata Max Baucus, presidente del Comité de Finanzas del Senado, dijo el jueves que presentará su propia versión de un plan de estímulo la próxima semana, aunque no precisó fecha.

De ser aprobado por ambas cámaras del Congreso para mediados de febrero, al menos 117 millones de familias recibirán, entre mayo y agosto próximos, cheques de devolución de impuestos de entre 600 y 1.200 millones de dólares, dependiendo del ingreso anual y del tamaño de las familias.

Las parejas con hijos recibirían un monto adicional máximo de 600 dólares, para un total de 1.800 dólares en devolución de impuestos, dependiendo de sus ingresos.

El empresariado también se beneficiaría del plan con 50.000 millones de dólares en incentivos fiscales, principalmente porque los negocios podrán deducir de sus impuestos un 50 por ciento más por la compra de equipos.

La medida de emergencia está dirigida sobre todo a la clase media del país, ya que los individuos y familias con ingresos que excedan los 75.000 dólares y 150.000 dólares, respectivamente, recibirían desembolsos escalonados.

Al elogiar el acuerdo bipartidista, Bush dijo el jueves que "este paquete conducirá a un mayor gasto de los consumidores y más inversiones empresariales".

Sin embargo, ya surgen dudas sobre el alcance y eficacia del plan.

Mark Zandi, principal economista de Moody's Economy.com, dijo al diario The Washington Post que aunque el plan es bueno, dadas las realidades políticas del país, "no resuelve el problema fundamental que aqueja a la economía".

Otros analistas, gobiernos estatales y líderes empresariales coinciden en que el paquete económico no surtirá el efecto deseado a corto plazo.