Los cotos sociales, la alternativa de la caza asequible a cualquier bolsillo

Ciudad Real.-  Los cotos sociales de Ciudad Real se han convertido en la alternativa de la caza mayor asequible al bolsillo de cualquier cazador, lo que supone todo un ejemplo de gestión cinegética a disposición de la sociedad.

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(EFE)

Los cotos sociales de Ciudad Real se han convertido en la alternativa de la caza mayor asequible al bolsillo de cualquier cazador, lo que supone todo un ejemplo de gestión cinegética a disposición de la sociedad.

En la provincia de Ciudad Real existen un coto social de caza y tres zonas de caza controlada, donde la oferta cinegética se hace en régimen de igualdad de oportunidades para los cazadores que deseen practicar la caza mayor, en condiciones de calidad idénticas a las de los mejores territorios de Castilla-La Mancha.

Así lo explicó la delegada provincial de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Inés Alba, quien destacó la importancia que la caza social tiene en la provincia de Ciudad Real y el trabajo que realizan tanto los responsables como los agentes medioambientales en su gestión.

En total hay 13.082 hectáreas, de las que 3.706 integran el coto social de Peñas Negrillas, y el resto lo conforman las zonas de caza controlada de Riofrío en Puebla de Don Rodrigo, con 6.118 hectáreas; Nuestra Señora del Rosario en Piedrabuena, con 2.090 hectáreas, y Gómez Ibáñez en Abenójar, con 1.168 hectáreas.

Todos ellos son montes propiedad de la Junta de Comunidades y están incluidos en el catálogo de los de Utilidad Pública de la provincia de Ciudad Real.

La actividad cinegética en estos espacios no es la única que se desarrolla en ellos, sino que se considera complementaria a otras tan importantes como las de lucha contra incendios forestales y el aprovechamiento de leña, madera y corcho.

Además, indicó la delegada, en ellas se encuentran áreas de nidificación, cría y dispersión de especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas y lugares donde se llevan a cabo programas de investigación de asuntos relacionados con la caza, los montes, los espacios y las especies protegidas.

Alba recordó que la caza en los cotos sociales está regulada, no sólo por la Ley autonómica de Caza y su Reglamento, sino por dos normas de febrero y mayo de 2002, que regulan el ejercicio de la caza en cotos sociales y zonas de caza controlada.

En ellas se establecen los diferentes tipos de grupos de cazadores, los modelos de solicitud, la planificación de la actividad, la forma de adjudicación de los permisos de caza, el importe de los mismos, así como las distintas modalidades.

En el caso de estos terrenos, las modalidades que se pueden practicar son la montería a la española y las batidas para control de poblaciones, para lo cual debe solicitarse permisos que se conceden por sorteo público a finales del mes de junio.

En la actual temporada de caza se han realizado siete monterías y seis batidas, que equivalen a un total de 624 permisos de caza, para los que se han presentado 12.182 solicitudes.

El importe de los permisos de caza en la modalidad de montería se ha establecido en 97,44 euros para los cazadores locales y en 139,39 para el resto de los grupos de cazadores, mientras que en el caso de las batidas no se abona cantidad alguna.

Cuando está a punto de finalizar la temporada cinegética en la región, los resultados obtenidos en estos cotos ponen de manifiesto la gran aceptación que la caza social tiene entre los aficionados a la actividad cinegética de este país.

La gestión en estos terrenos, según la delegada provincial, es continúa durante los 365 días del año e incluyen la siembra de tierras de cultivo para complementar la alimentación del bosque para que las reses encuentren siempre el alimento necesario.