El documental ha cobrado fuerza en los Oscar, pero... ¿es rentable?

No hace mucho tiempo el Premio al Mejor Documental en los Oscar era una categoría menor, aburrida, por la que muy pocos estaban interesados. Incluso algunos decían que si hacías uno sobre el Holocausto era más fácil que te lo dieran. De un tiempo a esta parte, este género ha ido ganando adeptos y protagonismo en el mundo del cine, especialmente en Estados Unidos, pero también en España. En el otro lado del charco, todo vino a raíz del Oscar a Michael Moore en 2002 por 'Bowling for Columbine' y explotó descomunalmente el año pasado con la película de Al Gore 'Una verdad incómoda'. Ahora la imagen de los documentales, a lo mejor no es más sexy, pero sí un poquito más atractiva. ¿Hasta qué punto hacer un documental es rentable?

Fotograma de 'Taxi to the dark side', nominado al Oscar.

Lo rentable es la guerra

Si las películas de ficción que hablaban de la guerra, especialmente de la guerra de Irak, como 'En el valle de Elah' o 'Redacted', no han tenido ningún interés para la Academia de los Oscar, sin embargo, cuatro de los cinco documentales nominados al Oscar son de temática bélica. Sólo uno de ellos, precisamente el del más guerrero, Michael Moore, habla de un tema no relacionado con la guerra. Desde luego está claro que el belicismo, sea a favor o en contra, está impregnado en la idiosincrasia estadounidense. Los documentales y su temática son los siguientes:

• 'Sicko', dirigida por Michael Moore, una crítica al sistema sanitario estadounidense. Pese a ser un documental, el carisma del Moore y su carácter polémico le ha hecho ser un producto rentable en los cines. Recaudó 25 millones de dólares en las salas.
• 'Taxi to the Dark Side', dirigida por Alex Gibney, acerca de los abusos de los estadounidenses sobre los prisioneros de guerra. Es la historia de un taxista llamado Dilawar, que es detenido en Afganistán como sospechoso de terrorismo. Es golpeado y torturado por sus captores norteamericanos incluso después de tener pruebas de que era inocente. Terminó muriendo allí. Entrevistas con algunos de los acusados por la tortura, imágenes frescas y fotografías oficiales son parte del contenido de este documental. No ha tenido tanto éxito en taquilla en Estados Unidos como otras películas de ficción sobre este tema, pero es un buen trabajo periodístico valorado por los críticos. Ha cosechado una respetable cifra de 1,4 millones de dólares.
• 'War/Dance', de Sean Fine y Andrea Nix, en la que las voces de los testigos de algunos de los acontecimientos más terribles de nuestro tiempo pertenecen a unos niños de Uganda que entran en una competición musical, a pesar de que sus vidas están condicionadas por décadas de guerra civil.
• 'No end in sight', de Charles Ferguson, cuyo argumento se base en testimonio de antiguos miembros de la administración de Bush que hablan de los errores de los primeras operaciones militares estadounidenses en Irak.
• 'Operation Homecoming', de Richard E. Robbin, que se presenta escrita por soldados estadounidenses que sirvieron en Irak y Afganistán.

Según Gibney, director de 'Taxi to the Dark Side' y productor ejecutivo de 'No end in sight', no espera que Dick Cheney vea el documental y piense: «Oh, dios mío, lo hice mal». Gebney asegura: «Yo pienso en este tipo de películas como provocaciones para hacer que la gente piese más profundamente sobre determinados temas».

Una de las películas que parecía destinada a estar entre las cinco nominadas era 'Lake of Fire', la inmersión de Tony Kaye en los dos lados de la polémica del aborto. Quizá los académicos han decidido obviarla por el éxito y las numerosas nominaciones que ha cosechado 'Juno', cuyo mensaje, contrario al aborto y favorable a la adopción, ha calado hondo en la mentalidad estadounidense. El tema de la aborción está en plena ebullición ahora mismo en España. Posiblemente el documental sería todo un éxito en este momento.

Los documentales en España

En nuestro país también estamos en una época en que el documental interesa más que antes, pero muchas veces es más por la incursión en el género de directores o actores famosos de la ficción que por el propio género en sí. Ejemplos claros son 'Invisibles', documental ganador del Goya y producido por Javier Bardem, una colección de cinco cortometrajes dirigidos por directores de la talla de Wim Wenders, Isabel Coixet, Fernando León de Aranoa, Mariano Barroso y Javier Corcuera. El único especialista en documentales de éstos es el último de ellos. Ha ayudado también el interés por el género de Fernando Trueba.

Los documentales nominados al Goya, aparte de 'Invisibles', han sido 'Fados', de Carlos Saura, de temática musical; 'El productor', un trabajo de Fernando Méndez Leite que recorre la historia del cine español a través de la figura de Elías Querejeta; y 'Lucio', de Aitor Arregi, sobre la historia de un tipo que estafó 20 millones de euros al First National Bank.

Recién estrenada en España y viniendo directamente de la Berlinale, está la película documental sobre el mundo de la gastronomía dirigida por José Luis López Linares, 'El pollo, el pez y el cangrejo real'. Linares es autor, entre otros de 'Asaltar los cielos' y 'Extranjeros de sí mismos'.

¿Se puede vivir de producir documentales?

La respuesta según Javier Corcuera, responsable de uno de los cortos documentales de 'Invisibles' y de otros trabajos como 'La espalda del mundo', es «no». Los documentales no son productos especialmente rentables porque es muy difícil, salvo que tengan una cara conocida detrás, que recuperen en taquilla lo invertido en la película.

La manera ideal de producir un documental es vender de antemano los derechos de emisión a una televisión y conseguir subvenciones públicas, tanto del Ministerio de Cultura como de las comunidades autónomas. Según Corcuera, «el documental es un servicio público, forma parte de la historia de un país» y como tal, como sucede con otras artes, debería tratarse. Para él, «sería esencial una cuota de emisión de documentales en la televisión pública». Javier recuerda una cita de Patricio Guzmán, profesor de cine documental en algunas escuelas de Europa y América Latina: «La cultura democrática de un país es directamente proporcional a la cantidad de documentales que produce».