El Barcelona acaricia los cuartos y el Sevilla buscará la revancha en el Pizjuán

GLASGOW (ESCOCIA).-  El Barcelona cumplió con los pronósticos al vencer hoy por 3-2 en su visita al Celtic de Glasgow gracias a sendos goles de Thierry Henry y Leo Messi en la segunda parte, con lo que el equipo azulgrana se acerca a los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Davida Moir (REUTERS)

Barry Robson, del Celtic, salta junto a Henry

El Barça remonta y gana

Frank Rijkaard, el técnico del Barcelona, vio el partido desde el palco por sanción. Se supone que el holandés diseñó la sorprendente alineación, excluyendo a Samuel Eto'o y Xavi. A cambio, situó a Ronaldinho en la banda izquierda, en lo que fue su primer partido como titular en este año.

El encuentro comenzó como era previsible: el Barcelona proponía la técnica y el Celtic exponía la física. El equipo azulgrana acaparaba el dominio, moviendo el balón de un lado al otro, aunque quizá con un punto de lentitud. El Celtic apostaba por todo lo contrario: desprecio del balón y mucho sudor. Cada uno, con sus recursos.

El Barcelona dispuso de dos ocasiones claras en los primeros minutos. Primero, con un remate de Andrés Iniesta que sacó el portero Boruc con una espléndida intervención. Y luego llegó un remate de Henry que sacó Caddis bajo los palos.

Pero el Celtic dio el primer zarpazo. Naylor centró desde la banda izquierda y Vennegoor se tiró a por el balón, conectando un cabezazo tan espectacular como inapelable. El delantero local le ganó la espalda al argentino Gabriel Milito, que anduvo despistado. Primer disparo del Celtic y primer gol.

Sin embargo, el Barcelona disipó el entusiasmo local dos minutos después. Messi hizo una fantástica pared y resolvió con algo de fortuna en el área pequeña. Fue el primer gol del argentino en dos meses, el fin de una sequía.

El Barcelona seguía manejando el encuentro a su antojo, aunque con demasiado academicismo. Su rival se empleaba con ardor en defensa, a la espera de cazar otro remate aéreo. Y éste llegó a los 37 minutos. McGeady, el mejor jugador del Celtic, puso otro balón desde la izquierda y Robson conectó un sorprendente remate de cabeza desde cierta distancia. El arquero Víctor Valdés no estuvo muy acertado y se tragó el balón. Segundo disparo del Celtic y segundo gol.

El empate llegó a los 52 minutos, en una obra de arte de Henry. Caldwell le regaló el balón a Ronaldinho y éste entregó al francés. El delantero avanzó, entró en el vértice derecho del área local y colocó el balón en el palo izquierdo de Boruc con precioso efecto. Una maravilla.

El Celtic terminó de hundirse y el Barcelona comenzó una especie de entrenamiento, vista su superioridad. Pudo marcar tres goles más, pero se conformó con uno. Llegó a los 78 minutos, con el enésimo regalo escocés, que volvió a liarse al intentar sacar el balón. Messi estuvo listo y marcó desde cerca su segundo gol en el encuentro.

El Barcelona se conformó con tan buen resultado, que le deja a un pequeñísimo paso de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Era lo que se esperaba, aunque tardó demasiado en confirmar su evidente superioridad. Pero le basta y le sobra. La vuelta, el 4 de marzo, parece un trámite.

El Sevilla cae a pesar de un gol en propia

El Fernerbahce se adelantó a los 16 minutos gracias a un cabezazo del serbio Mateja Kezman, aprovechando uno de los frecuentes errores de la defensa sevillista en los balones aéreos.

Osman Orsal (REUTERS)

Luis Fabiano, del Sevilla, lucha contra Gokan Gonul, del Fenerbahce.

Sin embargo, el Sevilla se recompuso e igualó a los 23 minutos con un regalo de los locales. Daniel Alves centró y Edu se metió el balón en su propia portería, ante la desesperación de la hinchada turca.

La segunda parte fue de infarto y Diego Lugano volvió a adelantar a los locales a los 56 minutos, tras un saque de esquina y un remate completamente libre de marca.

El Sevilla se sintió muy herido, pero se volvió a meter en el partido gracias a la estrategia. A los 67 minutos, tuvo un saque de esquina, Poulsen prolongó en el primer palo y Escudé, solo en el segundo palo, marcó el segundo gol visitante.

La jugada dejó dañado al brasileño Roberto Carlos, antiguo jugador del Real Madrid, que se marchó al vestuario tras recibir el impacto de un taco de la bota de Escudé.

Pero el Sevilla no supo controlar el encuentro y desperdició un resultado óptimo en Europa. El Fenerbahce agradeció la invitación y marcó el tanto definitivo a tres minutos del final. Senturk disparó desde dentro del área, el balón tocó en Poulsen y superó al arquero Andrés Palop.

El resultado deja abierto el encuentro para la vuelta, a disputar en Sevilla el 4 de marzo. Pero el equipo español lamenta un resultado que no esperaba.