Cristina Fernández defiende los logros económicos, la integración y evita los temas espinosos

Buenos Aires.-  La presidenta argentina, Cristina Fernández, dibujó hoy un panorama económico optimista durante la apertura del nuevo curso parlamentario, auguró una solución al conflicto regional por el gas y evitó entrar en temas polémicos como la inflación, la mayor amenaza en sus apenas tres meses de gestión.

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(EFE)

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, saluda hoy al ingresar al recinto de la Cámara de Diputados de Argentina en el palacio legislativo en Buenos Aires, donde presidió la asamblea en la que se dio inicio al período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.

Durante cerca de una hora y media, Fernández desgranó los logros económicos del Gobierno de su antecesor, su esposo Néstor Kirchner -ausente de la sesión inaugural del Congreso-, y subrayó la oportunidad que se le abre a Argentina de mantener el ritmo de la economía y alcanzar el récord de seis años de crecimiento ininterrumpido, insólito en la historia del país.

Tras la crisis de 2001, Argentina inició un ciclo de crecimiento que le ha llevado a tasas medias del 8 por ciento y que, según analistas, puede mantenerse durante este año.

En un discurso en el que no hubo sorpresas ni anuncios de calado, Fernández reiteró su compromiso con la reducción de la pobreza, la generación de empleo y su apuesta por el desarrollo de las infraestructuras, la educación y la salud públicas.

La presidenta aprovechó su intervención ante el Parlamento para criticar a la banca privada que, dijo, "se resiste" a conceder créditos para la producción.

Fernández pasó de puntillas sobre la polémica desatada en torno a la inflación, que ha desencadenado enfrentamientos internos en su equipo económico, y se limitó a asegurar que Argentina puede "sostener precios internos que permitan mantener la calidad de vida a nuestra sociedad".

En las últimas semanas, el Gobierno, que ha reconocido oficialmente una inflación del 8,5 por ciento, ha pactado con organizaciones sindicales subidas salariales del 20 por ciento, lo que, según expertos, supone un reconocimiento tácito del nivel real de incremento de los precios.

En el capítulo internacional, la presidenta insistió en su defensa de la integración regional y expresó su confianza en la responsabilidad de sus colegas de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y Bolivia, Evo Morales, para alcanzar un acuerdo con miras a mejorar el reparto del gas boliviano.

"Confío plenamente en la responsabilidad del presidente de Brasil, del presidente de Bolivia, de nosotros, de Chile y de Uruguay (...) más allá de la lógica representación de los intereses locales, tenemos clara conciencia de que la integración es el único camino posible", insistió.

Fernández cargó contra quienes pronostican un invierno difícil para Argentina por falta de energía y apostó por abordar el problema con "tranquilidad", convencida de que será posible un acuerdo energético que garantice el abastecimiento a los países de la región.

En materia de Derechos Humanos, mantuvo su tradicional postura en demanda de la agilización de los juicios contra los acusados de delitos de lesa humanidad y apuntó que las recompensas establecidas para narcotráfico y secuestros se ampliarán también para delincuentes acusados de este tipo de crímenes.

"De 992 personas directamente involucradas (en crímenes de lesa humanidad), sólo están en proceso 342", lamentó la presidenta, que tras presidir la sesión inaugural del Congreso saludó en la calle a cientos de "acarreados" del oficialismo que esperaban frente al recinto para expresar su apoyo a la gestión del Gobierno.

Por el contrario, para la oposición, Cristina Fernández no despejó las incógnitas sobre su estrategia para atajar algunos de los más importantes problemas del país.

A juicio de Adrián Pérez, diputado de Afirmación para una República Igualitaria (ARI), en el discurso "hubo una ausencia de temas centrales", como "la lucha contra la inflación; la reforma política y la corrupción, que ha sido un punto débil del Gobierno".

"Es cierto que ha habido un crecimiento económico, pero en la siguiente etapa hay que analizar cómo hacemos más equitativo la distribución del ingreso. Hoy sigue habiendo en el país desigualdades muy grandes", advirtió el dirigente opositor en declaraciones a Efe.