Un libro recoge por primera vez una representación realista del Mediterráneo

Barcelona.-  El libro "Les cartes portolanes", del historiador valenciano Ramón Pujades, recoge por primera vez una representación realista de los primeros mapas medievales del litoral Mediterráneo y las costas orientales del Atlántico.

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(EFE)

El historiador Ramón J Pujades junto a Salvador Giner; Luís Alberto Salazar Simpons; Gabriel Vicens, y el director general del Instituto Europeo del Mediterraneo, Senèn Fonseca, de izda a dcha, durante la presentación de "Les cartes portolanes" .

La obra, que incluye un DVD con más 330 imágenes que recogen toda la producción anterior a 1470, ha sido coeditada por el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) y la editorial Lünwerg en colaboración con el Instituto Cartográfico de Cataluña y el Instituto Europeo del Mediterráneo.

El autor del libro, que ha trabajado doce años para recoger toda la información, ha comentado que esta obra se centra en el estudio del problema de los orígenes y la evolución de la cartografía portolana o cartografía náutica medieval".

Según Pujades, son medievales los mapas producidos antes de 1470, que fueron instrumento de la expansión del comercio marítimo internacional que se produjo a partir del siglo XI, en paralelo al progresivo mejor conocimiento geográfico del Mediterráneo.

Una de las últimas consecuencias de aquel proceso, ya en el siglo XIII, fue el dibujo y escrituración de aquellas aguas por las que navegaban cotidianamente.

Aparecía así un nuevo tipo de mapa "incomparablemente más realista y rico en toponimia que todos los anteriores: la carta portulana".

Para el autor, la "modernización" de aquellas cartas fue posible gracias a la conjunción de dos sabidurías en un mismo creador: "debían tener un pie en el mundo marinero, de donde provenía la información básica de distancias y direcciones, y otro en el ámbito erudito, que aportaba el concepto de mapa, la noción de escala de base decimal y los conocimientos geométricos para trazar la red de vientos".

Tras un repaso por la cronología de la expansión comercial itálica y catalanoaragonesa, el estudio analiza la práctica totalidad de la producción conservada, tanto itálica como catalana, y contrasta sus características con la información que proporcionan las noticias sobre su posesión en las fuentes documentales y literarias coetáneas.

Para Pujades, "a partir de los años 40 del siglo XIV la cartografía náutica medieval comienza su fase de madurez, cuando se multiplica la producción seriada de cartas sencillas y baratas, sin ningún motivo ornamental relevante, las llamadas cartas 'per marinieri'".

Curiosamente, constata el historiador, de aquellas miles de cartas 'per marineiri' que se imprimieron se conservan actualmente muy pocas, mientras que de las cartas medianamente decoradas, que se hacían esporádicamente, nos han llegado muchas más, e incluso han sobrevivido también una parte muy considerable de las pocas obras de gran lujo que se hicieron.

"Esta realidad ha desenfocado considerablemente la percepción del fenómeno de la difusión de la cartografía náutica para los estudiosos del siglo XX, muchos de los cuales estudiaron a menudo la excepción como si tuviesen entre manos la norma", añade.

Las últimas cincuenta páginas incluyen el apéndice toponímico, con la transcripción de dos áreas particularmente significativas (una de ellas el litoral catalán y valenciano) en todas las cartas estudiadas, lo que ha permitido datar y situar geográficamente las numerosas piezas anónimas, añade el autor.