¿Un ministerio tecnológico y productivo para Miguel Sebastián?

Todo es posible en la lista de Gobierno de Zapatero, pero unos tienen más posibilidades que otros. Y Miguel Sebastián, ex candidato a la alcaldía por Madrid, tiene muchos números para estar en esa lista. Con una cartera ministerial a su medida.

(EFE)

Miguel Sebastián tiene bastantes papeletas para conseguir una cartera en el nuevo Ejecutivo de Zapatero.

Lo dijo el mismo Zapatero. Habrá una nueva estructura formal del Gobierno, en la que puede haber nuevos ministerios. Con ese esquema, ¿qué tal un ministerio para las nuevas tecnologías, la sociedad de la información y el conocimiento, destinado a explorar y aumentar la productividad de la economía española por las vías más modernas? Suena bien. Y si el nombre para esa nueva cartera es el de Miguel Sebastián, el candidato socialista a la alcaldía por Madrid y ex director de la Oficina Económica del presidente en La Moncloa, todo resulta bastante verosímil.

Para que la noticia sea cierta y vaya un poco más allá de las especulaciones sobre la enorme lista de ministrables que habrá en las próximas tres semanas, hay que tener en cuenta un dato importante: que Sebastián sigue siendo interlocutor de primera de Zapatero, más influyente que cualquiera de los ministros de su Gabinete e incluso que sus dos vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes.

Y ha sido el propio Miguel Sebastián quien ha desvelado a sus amigos más próximos su aspiración a ministro en este segundo gabinete de Zapatero. Pero le gustaría tener una cartera acorde con su perfil: moderna, que ponga las bases de un nuevo concepto de la economía española, vinculada al I+D+I, a las nuevas tecnologías, a internet. Capaz de reactivar la economía aumentando la productividad, pero por la vía de las vanguardias tecnológicas, lejos del modelo clásico nacional del ladrillo y los servicios.

Los deseos de Sebastián sólo tienen un obstáculo, y es que su cartera (si es que la obtiene finalmente) no podría rozar ni generar la más mínima tensión con los poderes de Pedro Solbes. Y el vicepresidente y ministro de Economía ya le dejó claro a Zapatero, cuando aceptó a repetir en esta legislatura, que las cosas ya no serán como los cuatro años anteriores, donde las bromas de la oficina económica que dirigía Sebastián obligaron a Solbes a ejercer de bombero frente a los incendios que nacían en la Moncloa. Eso fue lo que pasó con operaciones como el intento de Sacyr Vallehermoso de quedarse con el BBVA, o la frustrada opa de Gas Natural sobre Endesa, por citar algunas.

Sin fricciones

"Es verdad que Miguel puede desear esa cartera. Incluso le pega y estaría bien, pero el presidente no se puede permitir la más mínima fricción con Solbes. Y menos después del papel determinante del vicepresidente contra Pizarro y en la campaña", opina una fuente cercana a la Presidencia del Gobierno. De la misma opinión se declara un dirigente del grupo parlamentario socialista, cuando se le pregunta por la cartera de Sebastián. "Nadie sabe nada, sólo Zapatero. Y se marcha al Consejo Europeo mañana y pasado. Después se va de vacaciones de Semana Santa, donde ultimará todo el Gobierno. Pero es verdad que el único que puede tener información real sobre su futuro es Sebastián, más que todos nosotros", añade.

En los ministerios económicos, Economía (de Solbes) e Industria, reconocen que los contenidos de ese ministerio potencial son las debilidades de Miguel Sebastián, las que vende a Zapatero y las que le interesan y estudia. Sería "plausible", porque no haría más que rehabilitar un ministerio que ya creó Aznar y que en su breve vida tuvo varios ministros, el de Ciencia y Tecnología. En cuanto al concepto de productividad, es "muy transversal" argumenta una fuente económica del Gobierno. "Ya veríamos, primero hace falta saber qué concretará el presidente y qué le explica a Solbes", añaden las mismas fuentes. Pero reconocen que, de entrada, no suena mal. Salvo que se descuelgue con unos poderes y un presupuesto impensables.

Una idea del PP

Para reconstituir el nuevo ministerio (una idea que también estaba recogida en el programa del PP) Sebastián tendría que quedarse con una parte del Ministerio de Industria, donde están la secretaria de Estado de Telecomunicaciones, con tecnologías y desarrollo de la información, y del Ministerio de Educación, donde "habita" una secretaría general de Política Científica y Tecnología.

Sea como fuere, si este ministerio no cuaja para el ex-candidato por Madrid (que se inmoló por la capital como muestra de lealtad a Zapatero, según sus amigos) a Miguel Sebastián siempre le quedará la embajada en Washington, otro destino nada desdeñable.