Tres muertos por una explosión en el piso de una mujer "desesperada" por un desahucio inminente

Barcelona.-  Tres personas han fallecido hoy en Barcelona a causa de una violenta explosión, al parecer provocada, en el piso de una mujer que estaba "desesperada" porque hoy mismo iba a ser desahuciada y que todavía se desconoce si está entre las víctimas o se ha dado a la fuga.

La fuerte explosión, seguida de un virulento incendio, se ha producido hacia las 07.30 horas de la mañana en el piso primero tercera del número 139 de la calle Andrade, en el barrio de la Verneda de Barcelona, y ha provocado tres víctimas mortales, trece heridos -sólo uno grave, por quemaduras en las manos-, y el desalojo de todo el bloque, cuyos vecinos no podrán dormir hoy en sus casas.

Los Mossos d'Esquadra han iniciado una investigación sobre el suceso y tratan de encontrar a Anna M.P., la inquilina de la vivienda donde se ha producido la explosión, para que, si finalmente no se encuentra entre las víctimas, dé su versión de los hechos, ya que se sospecha que la explosión podría haber sido provocada.

Según los vecinos, esta inquilina era una persona conflictiva que se negaba por sistema a hacer mejoras en el piso.

La propia mujer denunció el pasado viernes en una 'carta al director' publicada en El Periódico de Catalunya que estaba "desesperada" ante su inminente desahucio y afirmaba: "debí dejar que mi ex me matara a golpes, porque es peor el maltrato de la administración que el que recibes de puertas para adentro".

Según su relato, tras cinco intentos de desahucio por parte del propietario de su piso, el pasado 20 de febrero funcionarios judiciales se habían presentado en su casa "para echarme del piso, pero no les abrí la puerta".

"Me dijeron que volverían con las Fuerzas de Seguridad del Estado para echarme como si fuera una delincuente, pese a que los alquileres están pagados. Si nadie lo impide, vendrán el próximo lunes. Estoy desesperada", exclamaba en la carta.

Efectivamente, un equipo de funcionarios judiciales se ha presentado hoy a las 09.30 horas de la mañana en la vivienda para proceder al desahucio por impago del alquiler del piso, por orden judicial, si bien lo que se han encontrado ha sido un panorama desolador, ya que la explosión ha destruido la fachada del primer piso, donde sólo han quedado en pie las columnas de carga.

Según la sentencia de desalojo, Anna M.P. no se había presentado al juicio sobre la petición por el desahucio interpuesto por su hermana y su suegro -propietarios del inmueble- y posteriormente mintió sobre su paradero.

Tras la explosión se ha declarado un incendio que se ha propagado rápidamente, junto a una densa humareda, por el patio interior y la escalera, lo que ha alarmado a la cuarentena de vecinos del bloque, de ocho plantas, que han quedado atrapados hasta que los Bomberos los han podido rescatar con escaleras articuladas.

Al entrar en lo que quedaba del piso primero cuarta -contiguo al primero tercera, donde se ha producido la explosión-, los bomberos han encontrado primero dos cadáveres calcinados, que podrían ser de dos hermanos (una mujer de unos treinta años y un chico de poco más de veinte).

Posteriormente, se ha hallado un tercer cadáver en el rellano entre el primero tercera y el primero cuarta, que en principio se pensaba que podía ser del tercer hermano (el mayor), si bien éste ha dado señales de vida, por lo que ahora no se descarta que pudiera ser la inquilina que estaba pendiente del desahucio.

El panorama en la zona era dantesco, con montones de escombros que los Bomberos iban retirando, marcas de hollín dejadas por el humo que subían hasta la tercera planta, cristales rotos y algunos coches calcinados.

Una vez que los vecinos han sido desalojados, trece han sido enviados a hospitales por inhalación de humo, entre ellos la madre de los tres hermanos del piso primero cuarta, que se encuentra en el Hospital Vall d'Hebrón.

Todos los vecinos, tras pasar esta tarde por su casa para retirar sus pertenencias y comprobar los efectos de la explosión, dormirán esta noche en hoteles facilitados por el ayuntamiento o en casas de familiares, en un desalojo que en algunos casos puede prolongarse durante algunos días o semanas.