El Dalai Lama dice que dimitirá si empeora la situación en el Tíbet

MADRID.-  El Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet, ha anunciado que si la violencia se escapa de control en el Tíbet, dimitirá de su puesto. Estas declaraciones, recogidas por Reuters, son la respuesta a las acusaciones del primer ministro chino, Wen Jiabao, que le ha señalado como el promotor de las revueltas que desde el pasado viernes sacuden Lhasa y que se han cobrado casi un centenar de muertos según el gobierno tibetano en el exilio, 16 según la administración china.

Arko Datta (REUTERS)

El Dalai Lama habla ante los medios sobre la lucha pacífica.

El Dalai Lama, que ha denunciado los sucesos de la última semana en Tíbet, y el genocidio cultural en la región, solicitó una investigación internacional sobre la situación en el terreno. Jiabao, le ha respondido hoy declarando que las acusaciones de genocidio "no son más que mentiras", aunque al mismo tiempo ha confirmado que la región permanecerá cerrada a los reporteros extranjeros.

"La situación en Lhasa está regresando básicamente a la normalidad". "Lhasa volverá a ser abierta, y seguramente consideremos la posibilidad de que los periodistas extranjeros viajen hasta allá para ver lo que ocurre", dijo Wen, en la única rueda de prensa que concede al año, coincidiendo con el fin de la reunión anual del parlamento chino, la Asamblea Popular Nacional.

Sobre las denuncias del Dalai Lama, Wen afirmó que "son mentiras hipócritas que no pueden cubrir los hechos". "Desde la liberación pacífica de Tíbet (en referencia a la ocupación en 1949-51) y la reforma democrática, Tíbet ha avanzado y está más desarrollado. Y los que dicen que se están produciendo un genocidio cultural no dicen más que mentiras", aseguró Wen, quien acusó al propio Dalai de instigar las revueltas.

"No hay que ver lo que dice, sino lo que hace", declaró el 'premier', que rechazó la posibilidad de mantener conversaciones directas con el Dalai Lama, tal y como se ha hecho, con éxito, en otros países con conflictos enquistados. "Para ello, el Dalai Lama tiene que abandonar sus pretensiones independentistas y aceptar que Tíbet es parte inalienable de China". Wen insistió en la premisa mantenida por su Gobierno, que el Dalai Lama estuvo detrás de la violenta revuelta popular ocurrida en Lhasa el viernes, días después de que la policía dispersara con gases lacrimógenos a los monjes concentrados de forma pacífica en la capital tibetana.

"Tenemos sobradas evidencias de que fueron unos hechos organizados y controlados por la camarilla del Dalai Lama", y aceptó la relación que se está haciendo entre la celebración de las próximas Olimpiadas y el levantamiento tibetano. "Usted mismo, con esa pregunta, ya lo está reconociendo", espetó al periodista Wen, que definió los recientes acontecimientos como resultado de una "agenda oculta", que van contra el principio de no politizar los Juegos Olímpicos.

El Dalai ya se manifestó en contra de un boicot a los Juegos y ha insistido hoy en que sus reclamaciones no se refieren a la independencia, sino a una auténtica autonomía en el seno de China. Además, se ha declarado partidario de que le investiguen a él también. "Pueden examinar mi pulso, mi orina, mis deposiciones, todo", ha asegurado el líder tibetano.