La provincia ecuatoriana de Loja está incomunicada por los derrumbes causados por las lluvias

Quito.-  La provincia sureña ecuatoriana de Loja se encuentra incomunicada del resto del país, al haber quedado bloqueadas las dos carreteras que la unen a la zona costera y la Panamericana, que va hacia el norte, en dirección a Quito, debido a las lluvias caídas en las últimas 48 horas.

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(EFE)

La ciudad de Loja sufre desde ayer los efectos de las lluvias, en la parte alta, donde al menos ocho casas fueron derribadas por deslaves.

En las tres carreteras hay numerosos derrumbes y las obras para tratar de reabrir las vías son peligrosas, ya que se reproducen derrumbes que amenazan a los trabajadores que manejan las máquinas de obras públicas que intentan dejar expeditos los caminos, informaron las televisiones locales.

Aunque no se ha informado de víctimas, la ciudad de Loja sufre desde ayer los efectos de las lluvias, en la parte alta, donde al menos ocho casas fueron derribadas por deslaves y la policía, bomberos y equipos de socorro tuvieron que desalojar algunas barriadas.

En la parte baja de la ciudad varios barrios quedaron anegados por el agua y lodo, que convirtieron las calles en ríos y entraron en numerosas viviendas, mientras varios puentes construidos sobre quebradas se hundieron por efecto de las riadas.

Por otro lado, en Quito, la ciudad vive desde esta tarde un caos circulatorio por un derrumbe debido a las lluvias, que ha obligado a cerrar el nudo de carreteras de El Trebol, que comunica el centro de la ciudad con el sur y el valle de Los Chillos, las dos zonas con mayor población del área urbana.

La Policía informó de que el derrumbe de una parte de la carretera sobre el río Machángara, debido al debilitamiento de la base de la calzada por la lluvia, que ha caído de forma persistente en los últimos días y ha hecho crecer el río, obligó a cerrar esta tarde el nudo de El Trebol, donde no se han registrado víctimas.

El cráter creado por el hundimiento, que en principio tenía unos 15 metros de diámetro, se fue agrandando hasta más de 50 metros (a las 01.00 GMT del martes) y amenaza con afectar la estructura de los puentes que forman el nudo vial, agregó la policía.

De momento, las autoridades han desviado la circulación de vehículos del norte y el centro de Quito hacia el sur y el este por vías alternativas y los técnicos del Ministerio de Obras Públicas que estudian la situación no saben cuándo podrá ser reabierta la vía.

Los túneles que unen la zona oeste de Quito con el sur también fueron cerrados esta tarde, debido a que se inundaron por la lluvia, lo que agravó el caos circulatorio y las dificultades de los residentes de esas zonas para regresar a sus casas.

Las carreteras que unen Quito con la costa también se han visto afectadas y, en la que va hacia Santo Domingo, en la ruta a Guayaquil, ha habido derrumbes que han obligado a cerrarla al menos hasta las 06.00 hora local (11.00 GMT del martes).

Por otro lado, en el extremo noroeste del país, en la provincia de costera Esmeraldas, las lluvias también ha causado el desbordamiento del río San Miguel, donde desde el pasado sábado se buscan tres niños desaparecidos que fueron arrastrados por las aguas.

La riada del San Miguel ha causado numerosos daños en poblados de casas construidas con madera y caña y ha arrasado al menos 400 hectáreas de cultivos de bananeras.

Más al sur, también en la región litoral, entre las provincias de El Oro y Guayas, también se desbordó el río Jubones, que destruyó algunas viviendas y amenaza con arrasar varios poblados, que tuvieron que ser desalojados, al tiempo que destruyó varios centenares de hectáreas de cultivos.

Las inundaciones y riadas que afectan a Ecuador desde enero pasado han causado al menos 47 muertos, según la Defensa Civil, y ocasionado graves daños en la agricultura, infraestructuras de comunicaciones y eléctricas y en carreteras, sobre todo en la zona de la costa.