La Junta promueve el pastoreo de cabras para prevenir incendios en Salamanca

El Sahúgo (Salamanca).-  La Junta de Castilla y León impulsará el asentamiento de la conocida como cabra "bombero" en la Sierra de Gata salmantina, para que con el pastoreo de este animal se prevengan incendios forestales.

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(EFE)

El cabrero Agustín Ovejero posa junto a las 400 cabras, que se han introducido en una finca del término municipal de Robleda (Salamanca), y que forman parte de las cabras 'Bombero', que la Junta de Castilla y León ha impulsado su implantación en la Sierra de Gata salmantina para evitar los incendios forestales y para impulsar el desarrollo socioeconómica del Suroeste de Salamanca.

El primer asentamiento de este tipo de cabra, perteneciente a la raza verata, se ha puesto en marcha en el término municipal de Robleda (Salamanca), en una finca de 1.400 hectáreas cuya propiedad es del Ayuntamiento cacereño de Descargamaría.

Según César Prieto, jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Salamanca, "el proyecto comienza para evitar incendios y crear grandes cortafuegos, en zonas donde la biomasa y el combustible son muy abundantes por la falta de población".

El objetivo de la Junta es fomentar este tipo de pastoreo cada mil hectáreas, con el fin de atajar posibles incendios en zonas de alto riego, como la de El Rebollar, ya que "con las cabras, todo este tipo de pasto y combustible leñoso desaparece y el riesgo de fuego disminuye", ha concluido.

De esta manera, la Consejería de Medio Ambiente construye gratuitamente naves para cabras, si hay ganaderos que lo solicitan.

En esta ocasión, el solicitante ha sido José Antonio Solaeche, que ha introducido 400 cabras en esta zona de monte de 1.400 hectáreas.

"Además de crear cuatro puestos de trabajo con esta iniciativa, el objetivo es producir leche de cabra para elaborar queso", ha explicado Solaeche, dueño de una industria quesera en Descargamaría.

El verdadero responsable del mantenimiento de la explotación es el cabrero natural de Robleda Agustín Ovejero Calvo, que reconoce que el oficio está prácticamente desaparecido.

"Ya nadie quiere esto, aunque a mí es lo que me gusta y por eso he aceptado este trabajo, ya que me críe entre cabras porque mi padre y mi abuelo también fueron cabreros", ha revelado.

Esta iniciativa pionera también entrará en funcionamiento próximamente en el municipio salmantino de Fuenteguinaldo, donde la Junta ha construido otra nave para cabras con la misma intención que en Robleda.

"El objetivo es implantar estas iniciativas en todos los municipios de la Sierra de Gata", como son Navasfrías, Villasrubias, Agallas, Martiago, El Sahúgo y Peñaparda, "además de Robleda y Fuenteguinaldo donde ya es una realidad", ha indicado Prieto.

Según ha informado a EFE el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Jesús Málaga, el Ministerio de Agricultura pretende poner en marcha una iniciativa similar en la zona de Arribes del Duero, entre Salamanca y Zamora.

La finalidad es recuperar el antiguo oficio de cabrero, obtener la mayor rentabilidad de todos los productos derivados de la leche y la carne de cabra y fomentar el asentamiento de población en esta zona.

El proyecto persigue instruir a personas para que obtengan la formación necesaria en la cría y cuidado de cabras, de una forma diferente a como lo hacían los cabreros de antaño.

"Ya no son rentables los cabreros que estaban desde el amanecer hasta el anochecer en la sierra dando de comer a las cabras", ha declarado Málaga, por lo que "la intención es una cría en régimen casi intensivo o estabulado".

En Arribes existen muchos terrenos comunales que pertenecen a los ayuntamientos y que están prácticamente desaprovechados.

Alcaldes como los de Aldeadávila de la Ribera, Mieza o La Peña aseguran que están muy interesados en potenciar esta iniciativa, ya que tanto la leche como la carne de cabra y sus derivados cada vez son más apreciados e incluso se venden muy bien en las tiendas denominadas delicatessen.

Para que esta iniciativa tenga viabilidad, la Dirección General de Zonas Deprimidas del Ministerio de Agricultura ha encargado un estudio a la Universidad de Salamanca y a Caja Duero.