Los países "amigos" están dispuestos a ayudar a Bolivia, pero la Iglesia ve imposible el diálogo

La Paz.-  Los Gobiernos de Argentina, Brasil y Colombia se mostraron hoy dispuestos a ayudar a la solución de la crisis boliviana, mientras que la Iglesia Católica consideró que el diálogo entre la administración de Evo Morales y la oposición es "imposible".

El ministro de Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, el vicecanciller colombiano, Camilo Reyes, y el embajador brasileño en La Paz, Federico César de Araujo, se reunieron hoy en La Paz con Morales y miembros de su Gabinete, así como con la mesa directiva del Senado, institución que controla la oposición.

Estas tres naciones respondieron así a la convocatoria que el mandatario ha cursado a varios "países amigos", en su intento de encontrar mediadores internacionales que contribuyan a solucionar la crisis política por la que atraviesa Bolivia.

Taiana comentó a Efe que están en Bolivia "escuchando, conversando y viendo qué papel positivo" pueden tener en la apertura de un proceso de negociaciones entre el Gobierno y la oposición.

También Reyes manifestó que durante la visita están "recogiendo información, puntos de vista y elementos" para "contribuir a dar soluciones a esta coyuntura en la cual se encuentran las instituciones y la nación boliviana".

Bolivia vive una crisis política en la que concurren dos procesos paralelos que, por el momento, parecen irreconciliables: la refundación constitucional que propone Evo Morales y el proyecto autonomista de varias regiones opositoras.

Aunque el Gobierno suspendió temporalmente los referendos para ratificar su proyecto constitucional, las regiones opositoras avanzan hacia sus consultas autonomistas, lideradas por el próspero departamento de Santa Cruz, el primero que celebrará la suya (el 4 de mayo).

Gobierno y opositores se acusan mutuamente de la ilegalidad de sus respectivos procesos.

Los representantes de los Gobiernos argentino y colombiano, junto al embajador brasileño, comenzaron su agenda de actividades con una reunión en el Palacio Quemado de La Paz (sede del Ejecutivo) con Morales, su vicepresidente, Álvaro García Linera, y el canciller David Choquehuanca.

A continuación, la comitiva internacional se trasladó al Senado, donde se produjo el encuentro con los líderes opositores que controlan la cámara alta.

Después de La Paz, se desplazaron a Cochabamba (centro) para entrevistarse con el cardenal Julio Terrazas, que en las últimas semanas ha intentado sin éxito facilitar la negociación entre las dos partes.

Hoy mismo Terrazas, que es la máxima autoridad de la Iglesia católica en Bolivia, dio por frustrada su tarea de mediación, solicitada tanto por la oposición como por el Gobierno.

"Es imposible el diálogo", dijo el cardenal al inaugurar en Cochabamba la 86 Asamblea de Obispos de Bolivia, tan sólo un día después de haberse reunido con el mandatario.

El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, volvió hoy a insistir en que "el camino es diálogo" y destacó que el Gobierno defiende "la legalidad, el Estado de Derecho y la unidad e integridad territorial del país".

Criticó nuevamente por ilegal el proceso autonomista del departamento oriental de Santa Cruz, y acusó a sus autoridades de querer instaurar una especie de "republiqueta" en el seno mismo de la patria, que "nada tiene que ver con el régimen de las autonomías".

"Una reivindicación autonómica justamente porque es legítima debe canalizarse por las vías legales", dijo Rada, quien recordó que los referendos sólo puede convocarlos el Congreso y la Corte Nacional Electoral, lo que no ha ocurrido con ninguna de las consultas regionales previstas.

Sin embargo, el senador opositor Tito Hoz de Vila, que participó en las reuniones con Taiana y Reyes, insistió ante los medios en que la ilegalidad radica en el proyecto de Constitución que patrocina Morales.

No obstante, Hoz de Vila también se mostró dispuesto al diálogo y señaló que Brasil, Argentina, Colombia y México, a los que calificó de "países amigos", colaborarían en superar los "escollos que están llevando a un peligro la unidad de Bolivia".