"No tocar"

Si alguien decide pasarse por la exposición de Marc Newson, antes diseñador (ahora, parece ser artista) en la Galería Gagosian de Londres vaya por delante esta advertencia: this is art!, no se puede tocar.

Low Voronoi Shelf.

Tienen hasta el 31 de mayo para visitarla. Día por cierto, de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel y si de visitas hablamos, recuerden que si adquieren alguna de las obras expuestas (una mesa, 2 consolas y una silla), ponga el cartel de "no tocar" en casa. Yo he aprendido la lección de una sonriente señorita -seguro que lleva inyectado botox en los labios, la sonrisa permanece estática durante toda su vigilancia- y no volveré a pasar mi mano por el suave mármol de las piezas. Disimulo. Me hago el interesante. Le pregunto por el precio, no cambia su rictus, pero tampoco hay respuesta. No está autorizada a decir el precio.

Estamos ante la nueva tendencia, el "diseño humanista" - por las mesas, no por la sonrisa-. El nombre se debe al matrimonio Fiell, ella de nombre Charlotte y Peter él, especialistas en diseño y autores del libro 'Design Now' (Taschen). Han bautizado así a las obras de los diseñadores (yo añadiría: artistas), que, en series limitadas, exploran los límites estéticos sin buscar la funcionalidad. Son los nuevos artesanos. Además del propio Newson, están Zahad Hadid, Ron Arad o Frank Gehry, que dejan caduca una de las máximas del Movimiento Moderno, la que buscaba la fabricación en serie. Ya saben, después de la fiebre por el logo se imponen las series numeradas.

Marc Newson (Sydney 1963) que tiene el récord de venta por una pieza contemporánea (la tumbona 'Lockheed Lounge') por 968.000$ en Sotheby's, habla así de sus nuevas piezas: "A veces, comienzo con el material, a veces, con la idea. En este caso, los materiales fueron la inspiración. A menudo el contexto de los materiales me sorprende más que los propios materiales. El contexto es nuevo, sin materiales". Inviertan en estas piezas de mármol de Carrara. Me cotillean que el prototipo de tumbona antes mencionada se vende en Nueva York por 2 millones y medio de dolares. Aunque, a lo mejor, deben pelearse con el mismísimo Brad Pitt (tiene la mesa Event Horizon Table del mismo autor). Y recuerden, son para "no tocar".