Saiz-López afirma que el cambio climático nos atañe a todos y está ahí

Toledo.-  El investigador conquense Alfonso Saiz-López, que estudia los compuestos químicos de la atmósfera y su relación con el clima, asegura que "el cambio climático nos atañe a todos y está ahí".

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(EFE)

En la imagen, el ex rector de la Universidad de Castilla-La Mancha Luis Arroyo (c) recibe el aplauso del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda (i), tras recibir la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, en el acto central del Día de Castilla-La Mancha, que se celebró en Hellín (Albacete).

Saiz-López, que el próximo 31 de mayo recogerá una de las placas al mérito regional concedida por el Gobierno de Castilla-La Mancha con motivo del Día de la Región, ya estaba interesado, cuando estudiaba en la Facultad de Químicas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en el estudio de la atmósfera y sus compuestos químicos, según confiesa a Efe en una entrevista.

Saiz-López, nacido hace 31 años en Quintanar del Rey (Cuenca), desarrolla sus investigaciones en el Laboratorio de Propulsión de la Agencia Nacional para la Aeronáutica Espacial (NASA) desde hace dos años y medio.

Trabajos suyos han sido publicados por la prestigiosa revista "Science" y ha obtenido el premio Joven Científico 2007 James R. Holton y el premio Joven Científico Europeo 2008 de la European Geosciences Union.

Mientras estudiaba en Ciudad Real, Saiz-López ya quería hacer su doctorado en Ciencias de la Atmósfera, y "me daba igual dónde fuera", explica este joven investigador, que hace seis años y medio solicitó hacer un doctorado de Física y Química Atmosférica en la Universidad de East Anglia, en Norwich (Inglaterra), donde estuvo cuatro años y medio.

Allí terminó su tesis doctoral, pero quería seguir trabajando en la investigación de la composición de la atmósfera y su interacción con el clima, dice Saiz-López, que explica que para medir la composición atmosférica a escala global "una de las mejores herramientas son los satélites".

Esto le llevó a solicitar un contrato de los que convoca la Academia Nacional de las Ciencias americana en sus laboratorios nacionales y lo obtuvo en el Laboratorio de Propulsión de la NASA.

Allí estudia la composición de la atmósfera y su relación con el clima, y la influencia de los compuestos químicos de las emisiones en la capacidad de la atmósfera para absorber la radiación incidente.

Saiz-López se alegra de que cada vez exista una mayor concienciación sobre un problema que es "global y atañe a todos" como el cambio climático.

Considera que el documental "Una verdad incómoda", del ex vicepresidente estadounidense Al Gore, "ha sido muy positivo y ha hecho mucho" por incrementar esa conciencia acerca de un asunto como el cambio climático, que "atañe a todos y está ahí", aunque haya quien critique su alarmismo.

Saiz-López explica, en este sentido, que las predicciones de los científicos exploran siempre un rango de posibilidades y que es verdad que Gore "enfatiza en el extremo más alto, la parte más catastrofista".

"No sé si lo hizo a propósito o aconsejado", añade Saiz-López, e indica que la realidad es que Gore ha hecho mucho en favor de que haya esa conciencia sobre el cambio climático.

En el caso de Castilla-La Mancha, Saiz-López afirma que sí aprecia esa preocupación, así como el compromiso y la voluntad de su gobierno para poner en marcha "actuaciones que lleven a un mejor comportamiento hacia el medio ambiente".

Saiz-López, para quien la concesión de una de las placas al mérito regional de Castilla-La Mancha de este año ha sido "una muy grata sorpresa", confiesa recordar con "mucho cariño" sus tiempos de estudiante en la Facultad de Químicas de Ciudad Real, donde dejó muy buenos amigos.

Así, dice que cada vez que tienen oportunidad visita a amigos y profesores de la Facultad de Químicas, donde trabajó como investigador año y medio antes de irse a Norwich.

Saiz-López, que recuerda que hasta el doctorado cursó toda su educación en Castilla-La Mancha, sigue ligado a su localidad natal, Quintanar del Rey, en cuyo colegio e instituto estudió.

Allí, tuvo una infancia igual a la del "cualquier chico normal" del pueblo, pasando mucho tiempo en la calle jugando con amigos y disfrutando de la tranquilidad de Quintanar del Rey, explica el investigador.