Fraga avisa de que se puede pagar caro no contar con una buena segunda cámara

Madrid.-  El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, encomia el papel del Senado en los sistemas democráticos, pero advierte de que en el caso de España aún no se le ha encontrado el sitio adecuado y avisa de que los países que no cuentan con una buena segunda cámara "lo han pagado muy caro".

ampliar foto

(EFE)

El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, durante la entrevista con Efe.

En una entrevista con EFE, el senador apuesta porque ésta sea la legislatura que emprenda la postergada reforma de la Cámara Alta y recuerda que ya lo propuso el Gobierno socialista hace cuatro años aunque, reconoce, "lo cierto es que no se ha hecho nada".

Para el veterano dirigente "popular", que ya el día de la constitución de las Cortes expresó su deseo de ver iniciada esa reforma, hay un "hecho indiscutible", y es que los países que tienen una buena segunda cámara, "han tenido una más próspera vida constitucional".

Por ello, Fraga insta a resolver este asunto para que pueda cumplirse la voluntad del constituyente y se proponga una auténtica cámara, a la que "hasta ahora no se le ha encontrado el sitio adecuado", objetivo para el que, comenta, presentará pronto su anteproyecto.

El ex presidente de la Xunta ve la reforma como la "coronación y la culminación del Estado de las autonomías" y entiende que "sería bueno" que saliera del propio Senado, escenario de debates "magníficos y espléndidos" pero que "luego no sirven para gran cosa", se lamenta.

Para el buen funcionamiento de las autonomías, y también para la reforma, es un "instrumento clave" la Conferencia de Presidentes, una iniciativa que propuso Fraga al frente de la Xunta pero que no prosperó hasta la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se hizo "sin reglamentación y sin suficientes precauciones previas", afirma.

Sobre la modificación de la Carta Magna, indica que la española "puede y debe ser reformada" por los mismos trámites que para ello prevé su Título X.

"Nadie se puede oponer a que haya cambios", constata Fraga, que insiste en una "cierta rigidez" dada por un cumplimiento "estricto" de las reglas y la garantía de consensos y acuerdos.

A la Constitución supedita el modelo de financiación autonómica, que "hay que rehacer", pero no "a base de reformas previas de los estatutos, como han hecho los catalanes", y cumpliendo el principio básico de no ir "a favor de unos y en contra de otros".

Acerca de los criterios que se deben fijar en el nuevo sistema, a Fraga le "parece bien que se tenga en cuenta todo", sin olvidar que se trata de "hacer a todos un favor y no a unos sobre otros".

El dirigente gallego no comparte, sin embargo, la propuesta socialista de extender el uso de las lenguas cooficiales a todas las actividades de la Cámara Alta, porque sería un "error".

Actualmente, el uso del catalán, el euskera y el gallego está restringido a la Comisión de Comunidades Autónomas, al debate de Estado de las Autonomías, al primer discurso del presidente del Senado, a la publicación en el Boletín de las Cortes Generales de las actividades no legislativas y a los escritos de ciudadanos e instituciones dirigidos al Senado.