La ciudad de Zaragoza, preparada para recibir a millones de visitantes

Zaragoza.-  Zaragoza afronta con gran expectación la inauguración y apertura de la Expo Internacional tras una larga preparación que ha tenido sumida en obras a buena parte de la ciudad, que se ha dotado de nuevos accesos por carretera, su primera línea ferroviaria de cercanías y un nueva terminal aérea.

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(EFE)

Una azafata explica a los visitantes durante su recorrido por la Expo Zaragoza 2008 antes de su inminente apertura.

Con el fin de dar respuesta a las demandas de los más de tres millones de visitantes que esperan recibir, se han adaptado los servicios de transporte a la nueva centralidad de la ciudad, desplazada al recinto de la Expo, en el meandro de Ranillas, junto al Ebro.

Hasta allí llegarán ocho nuevas líneas de autobús, que realizarán 1,3 millones de kilómetros y que podrán transportar hasta dos millones y medio de viajeros durante los tres meses de la muestra, que se abre el próximo sábado.

Cada día habrá en servicio 1.767 taxis; mañana, martes, se pone en funcionamiento la primera línea de cercanías de RENFE, que enlaza Zaragoza con Casetas, y hace unos meses que funciona la nueva terminal aérea del aeropuerto, que ha cuadruplicado su capacidad de tráfico de pasajeros con una inversión de 56,6 millones de euros.

El Servicio de Limpieza Pública ha aumentado la dotación de personal y vehículos en el entorno de la Expo, el centro de la ciudad, su Casco Histórico y las avenidas principales.

El área de Turismo ha incrementado las frecuencias del Bus-turístico; ha aumentado su número de oficinas y de informadores para atender llamadas en distintos idiomas y ha puesto en marcha un sistema de información a través de móviles, mientras que la página web municipal ofrece la posibilidad de descargar guías con datos sobre la ciudad y la Expo o de planificar una ruta turística.

La concejala de Turismo, Elena Allué, reiteró a Efe que todo está preparado y los deberes hechos, y que confía en que los casi 700.000 zaragozanos que viven en la ciudad sigan estos meses haciendo gala de su hospitalidad y amabilidad.

La ciudad quiere lucir limpia. Por ello, con el fin de unificar la imagen de los locales comerciales y para que los que están vacíos o abandonados no causen mala impresión a los visitantes se han firmado acuerdos con sus propietarios para que pinten de azul los escaparates y los decoren con grandes Fluvis, la mascota de la Expo.

Los monumentos más importantes de la ciudad, como el Palacio de la Aljafería, la Puerta del Carmen, el Museo de Zaragoza, el Teatro Principal y la Basílica del Pilar han sido restaurados y limpiados.

Para la Expo, la ciudad contará con 25.000 camas, unas 10.500 en los hoteles, y el resto en residencias y en casas particulares adheridas al sistema "bed and breaksfast", además de la villa Expo en Valdespartera, donde se ha cedido a la organización de la Muestra un porcentaje de viviendas protegidas en régimen de alquiler.

Los hoteles tienen puesto el cartel de completo hasta el 15 de julio y septiembre, mientras que el resto del periodo Expo la ocupación llega al cincuenta por ciento.

Los restaurantes de la ciudad también están preparados, especialmente los de las zonas más turísticas como el Casco Histórico, ya que han adaptado sus cartas a otros idiomas (inglés, francés, alemán e italiano) y sus trabajadores han recibido nociones de otras lenguas.

Se pretende que la despensa de la tierra esté "muy presente" en las cartas y menús, según precisó a Efe el presidente de la Asociación de Restaurantes de Zaragoza, José Luis Izuel, quien destacó además el acuerdo con 60 restaurantes para que incluyan el famoso Ternasco de Aragón en sus platos.

Unos 1.300 policías locales prestarán servicio durante los tres meses, la mayoría renunciando a sus vacaciones pero no a las reivindicaciones que mantienen desde hace meses para conseguir una reclasificación profesional y que ha llevado a los sindicatos a amenazar con "hacerse ver" durante la muestra.