La italiana Enel juega al 'catenaccio' en Endesa frente a Entrecanales

Regresa el 'culebrón eléctrico' atraído por el calor estival. Mientras los italianos de Enel, dueños de Endesa, pertrechados tras su juego defensivo, esperan un paso al frente de José Manuel Entrecanales, el titular de Industria defiende los divorcios "amistosos" y califica de "calumnia" su intervencionismo en el sector.

EFE

José Manuel Entrecanales y Fulvio Conti cuando las cosas iban bien.

La temperatura en el sector eléctrico sube más deprisa que la del termómetro en pleno mes de julio. Ayer era el diario italiano 'Il Corriere della Sera' quien anunciaba que la italiana Enel estaba negociando con Acciona —el grupo de la familia Entrecanales— la compra del 25% que la española tiene en Endesa (asunto que fue desmentido por Acciona con escaso éxito, porque los periódicos han seguido en la guerra). Esta mañana ha sido el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien ha apostado por un divorcio amistoso entre ambas compañías si "no se entienden". Para Sebastián, el término "divorcio amistoso" es un concepto "interesante".

¿Y Enel qué piensa? La eléctrica italiana es la dueña de 67% de Endesa y en estos momentos "no tiene ninguna prisa. Está dispuesta a jugar 'al catenaccio," explican fuentes cercanas a los italianos de Fulvio Conti. Como saben los expertos en fútbol, el 'catenaccio', término que significa cerrojo, es una táctica del fútbol ultradefensivo, que habitualmente aplican los equipos italianos. Aunque su origen se debe al austriaco Karl Rappan, fue trasladada a Italia por Nereo Rocco. Pues bien, tras ese método de defensa se parapetan los italianos en Endesa, frente a lo que consideran los envites del presidente de Acciona y Endesa, José Manuel Entrecanales.

Los pactos

De acuerdo con los pactos firmados en marzo de 2006 entre Enel y Acciona, los españoles deben permanecer en la compañía eléctrica tres años, hasta 2010. "Si quieren adelantar su salida en 18 meses, tienen que ser ellos los que nos traigan un plan, pero partiendo de cero". Es decir, no están dispuestos a pagar a Acciona lo que les costó el 25%, porque esa cifra correspondería al acuerdo firmado para 2010. Si se quieren ir antes, "hay que negociar desde el principio", porque nada está escrito, mantienen los italianos.

"No tenemos prisa, no hemos abierto la boca. Nosotros tenemos liquidez. Ni estamos asfixiados ni nos vence la deuda ya mismo", insisten en medios cercanos a Enel, en clara alusión a los supuestos problemas de refinanciación que tendría Acciona.

Sin embargo, el grupo de los Entrecanales llegó el pasado viernes a un acuerdo para refinanciar una parte de la deuda de la OPA de Endesa. Así lo explicó a la Comisión del Mercado de Valores (CNMV), informando de que había firmado un préstamo sindicado por 1.704 millones. El crédito está liderado por el Santander y el BBVA.

Con este trasfondo de tira y afloja entre los Entrecanales y los italianos de Enel, una situación que afecta a la gestión diaria de Endesa, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, se ha tirado esta mañana al ruedo. Además de no rasgarse las vestiduras si el divorcio es "amistoso", Sebastián ha calificado de "calumnia" las informaciones que durante estos años han desvelado cómo el Gobierno Zapatero —con el mismo Sebastián a la cabeza— organizó el asalto a Endesa primero y el acuerdo entre Enel y Acciona después. "El Gobierno no ha orquestado nunca una operación. Nos enteramos cuando ya estaba hecha," ha declarado el ministro.

Sebastián desmiente hasta las afirmaciones de personajes como el propio presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, con quien mantiene una relación fluida. El pasado 31 de marzo, el presidente de Acciona y Endesa, en una entrevista en 'La Vanguardia', recordaba cómo infravaloró la "reacción política por entrar en Endesa". También relataba la oposición del entonces presidente de la CNMV, Manuel Conthe, (terminó dimitiendo) y la llamada de Miguel Sebastián, entonces director de la Oficina Económica de Zapatero, la misma tarde que comenzó a comprar "endesas". Entrecanales añade: "No pude reunirme con Rajoy. Me dijeron que estaba en el dentista".

El culebrón eléctrico

Desde que en septiembre de 2005 arrancara el llamado 'culebrón eléctrico' con la frustrada OPA de Gas Natural sobre Endesa (luego llegaría la alemana E.ON y, por fin, tras dos años de peleas, la solución de Enel y Acciona como dueños de la primera eléctrica española), el sector sólo se ha permitido breves meses de respiro.

Rara es la semana que pasa sin rumores de fusiones, compras u operaciones estratégicas sobre alguna compañía energética española, ya sea sobre la Iberdrola que preside Ignacio Sánchez Galán y que hoy mismo estaba otra vez en boca de todos; ya sea sobre la Repsol YPF que pilota Antoni Brufau, que cada pocas semanas tiene que entrar al trapo del futuro de su empresa o sobre las intenciones de Florentino Pérez y su ACS, a quien cada dos por tres se le atribuyen planes de asalto a Iberdrola con algún aliado.

En este contexto y pendiente aún la reforma del sector energético español, en los últimos meses, las malas relaciones entre la dueña de Endesa (Enel con el 67% del capital), y la española Acciona (su socio, con un 25% del capital) han animado continuamente las páginas económicas y las teorías de la conspiración que tanto gustan a los eléctricos españoles.

De poco o nada han servido los esfuerzos del consejero delegado de la italiana, Fulvio Conti, empeñado en que la relación entre ambas compañías es "franca y amistosa". Nadie le ha creído, y menos aún desde que las tensiones entre la cúpula de la eléctrica española, presidida por Entrecanales y con Rafael Miranda como consejero delegado y hombre de Enel, comenzaron a filtrarse, ya fuera por el control de la gestión o por la fusión de las renovables. Cualquier motivo era bueno para montar bronca. De hecho, el Plan Estratégico de Endesa está parado, a la espera de un acuerdo con la compañía de Entrecanales, que tiene que aportar 24.800 millones de euros.