Verónica Forqué estrena la versión española de "Adulterios" de Woody Allen

Avilés.-  La directora de teatro Verónica Forqué estrena mañana en Avilés, con carácter nacional, la versión española de la obra escrita por Woody Allen "Adulterios", con la que ha expresado su deseo de que, ante todo, el público se ría, ya que, "una comedia sin risas es una cosa muy triste".

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(EFE)

La directora de teatro Verónica Forqué estrena mañana en Avilés, con carácter nacional, la versión española de la obra escrita por Woody Allen "Adulterios", con la que ha expresado su deseo de que, ante todo, el público se ría, ya que, "una comedia sin risas es una cosa muy triste".

Al mismo tiempo, a la actriz, ganadora de varios Goyas, le gustaría que los espectadores "salieran del teatro entendiendo que siempre se puede hacer algo para cambiar la vida de uno para que sea más bonita".

Veronica Forqué ha hecho estas declaraciones en la presentación, en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, del montaje "Adulterios", que ha calificado de "comedia inteligente y ácida, con toques de maldad" que el autor "cuenta con mucho amor".

Woody Allen, que grabó en Avilés algunas de las secuencias de su película "Vicky Cristina Barcelona", se centra aquí en una historia de personajes que viven en Manhattan y experimentan situaciones de adulterios, sospechas y desengaños.

La versión española, de Nacho Artime, cuenta con un elenco de actores encabezado por María Barranco y Miriam Díaz-Aroca.

La trama arranca con un hecho dramático: una famosa psiquiatra neoyorquina, enamorada y casada con un atractivo abogado, descubre que su marido le es infiel y recurre a su mejor amiga en busca de consejo. Enseguida comienza a sospechar que ella puede ser la amante de su esposo.

Barranco ha explicado que encarna al personaje de una psicoanalista "que está en crisis, le están pasando cosas en su vida sentimental y, entonces, está más cabreada que de costumbre".

Ha definido a su personaje como una mujer "muy malhablada" y "brillante" que es capaz de solucionar la vida a los demás, mientras sus propios problemas no sabe verlos.

Miriam Díaz-Aroca, por su parte, se ha referido a su papel como el de una mujer que muestra "ternura y descaro" en una vida personal que la siente "como un desastre", como fruto de una "pantomima".

Asimismo ha calificado su intervención en este texto de Allen como un "reto" como actriz "porque tiene muchísimos registros" y eso es algo que le hace "feliz" y que le "enriquece".

Sobre el trabajo de Forqué como directora, Miriam Díaz-Aroca ha declarado abiertamente que "es una bendición para los actores".