17. Señales de tráfico de drogas

En algunos países del mundo, los diseñadores de señales de tráfico son consumidores de estupefacientes a gran escala. Y es bajo el efecto de los barbitúricos cuando crean estas obras maestras para el disfrute del automovilista. Me imagino que piensan: qué coño, la señalética es un arte como otro cualquiera, si los Beatles compusieron sus mejores canciones gracias al LSD, nosotros no vamos a ser menos.

Hoy incorporo a mi colección de coleccionistas a los chicos de swanksigns, que recopilan desde hace años, señales de tráfico difíciles de entender. Poseen ejemplares realmente indescifrables, tanto, que he llegado a preguntarme si Máximo, el de El País, estará metido en este mundillo.

Uno de los hallazgos del sitio es que ofrece a quien lo visita la posibilidad de dar su explicación a cada pieza. Hay algunas memorables. He seleccionado las que más me gustaban para ilustrar este texto.

De izquierda a derecha y de arriba abajo, tenemos: Prohibido utilizar árboles pequeños para enemas, Atención: pida opinión a un segundo mecánico antes de aceptar las estimaciones que le pueda dar un alce, Quite el Ketchup de la barbilla del mono cuando aparezca un signo de exclamación sobre su cabeza, Peligro: zona de rodaje de Jack Ass, Precaución: artistas marciales pueden intentar asaltar la barrera, Confucio dice: el hombre que viene al restaurante chino con un par de palillos gigantes de repuesto deberá enfrentarse a la maldición del Gancho anal.

La selección no ha sido fácil. Hay auténticas joyas. Si creías que el surrealismo había muerto te equivocabas. Los herederos de Dalí y Chagal están ahí fuera. En la autopista. Sólo espero que en estos lugares no pongan el carnet por puntos, porque los pobres conductores van a sudar tinta china.