Europeana: los andamios de un gigantesco edificio cultural

La web 2.0, pese a su aparente carácter global, está dominada por Estados Unidos. Google y Yahoo son empresas estadounidenses, lo mismo que redes sociales como Facebook, Myspace, o Flickr. Es por ello que Europa ha creado europeana, una potente base de datos con la que se pretende difundir en la red nuestro vasto legado cultural, inaugurada oficialmente hoy por todo lo alto, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y los ministros de cultura de la UE.

(EFE)

Presentada a bombo y platillo.

Antes que nada, hay que explicar que la europeana que actualmente podemos consultar es sólo una versión en fase beta de este ambicioso proyecto. De hecho, hemos soportado fuertes problemas para acceder a la web; lo que está motivado por los millones de visitas recibidas al convertirse en noticia en medios de comunicación de todo el mundo. Pese a las dificultades que hemos tenido para navegar, esta saturación es una buena noticia, pues supone que existe una gran expectación en torno a este proyecto.

La aplicación es mucho más que un mero buscador, por lo que la tentación de compararla con Google está de más. Si buscamos referentes, hay que citar Wikimedia Commons y Wikisource, los proyectos de Wikimedia para difundir imágenes y libros de dominio público; la iniciativa Google Books de digitalización y difusión de libros; y el proyecto Patrimonio Público de Flickr, en el que instituciones y personas de todo el mundo pueden compartir a través de esta red social fotografías con valor histórico.

Sin embargo, europeana rebasa todo eso, pues a través de esta aplicación 2.0 podemos localizar textos, imágenes, vídeos, y sonidos digitalizados y catalogados por una gran variedad de instituciones culturales de toda Europa. Precisamente, esto último es una de sus grandes bazas, pues el rigor en los contenidos es uno de sus puntos fuertes.

Toda la información que fluye por europeana está catalogada y procesada por expertos, lo que garantiza su fiabilidad. Al fin y al cabo un proyecto de espíritu humanístico es lógico que esté gestionado por personas, y no por robots. Ciertamente, el hecho de que sean instituciones las que canalizan toda la información del portal hace que éste no sea un proyecto muy participativo, aunque cualquiera puede colaborar a la hora de etiquetar los contenidos que aparecen.

En esta fase beta, europeana almacena en torno a los dos millones de documentos. Lo cierto es que esto es sólo la punta del iceberg, pues esa cantidad es sólo el 1% de los fondos susceptibles de ser difundidos por las instituciones culturales europeas. Claro que, teniendo en cuenta que muchos de los dos millones de archivos con los que arranca el prototipo de la aplicación son material audiovisual, es de suponer que el reto tecnológico que conlleva es enorme.

Hasta la fecha, se han invertido 60 millones de euros, pero la Comisión Europea tiene previsto invertir otros 120 para que en el año 2010 los contenidos se multipliquen por cinco. Además, andan pidiendo ayuda a los Gobiernos europeos y a empresas editoriales y tecnológicas para potenciarlo aún más.

¿Qué pasa con España?

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Nuestra prueba.

Nuestro país destaca, una vez más, por su escasa participación. Pese a que nuestro legado cultural es enorme, las instituciones culturales españolas apenas se han tomado en serio el proyecto. Sólo un 1% de los fondos con los que cuenta europeana son españoles.

Sin embargo, hay que precisar que la participación de los distintos países es tremendamente irregular. Francia participa con más de la mitad de los fondos, seguida por Gran Bretaña, que aporta el 10%, y de Holanda, que aporta otro 7%. Total, que entre los tres se reparten un 70% de los fondos actuales.

Nuestro ministro de Cultura, César Antonio de Molina, ha explicado en la inauguración que, pese a la escasa participación de nuestro país, "van a estar todos nuestros archivos, desde la Biblioteca Nacional hasta los museos", y ha prometido que España se hará cargo de entre el 15 y el 20% de las aportaciones de los Estados al funcionamiento de la Fundación Biblioteca Digital Europea, institución que coordina europeana y que está ubicada en Amsterdam. Vamos, unos 120.000 euros.

De momento, la cruda realidad es que si buscamos documentos con el término 'cervantes', el buscador sólo nos devuelve unos pocos centenares de entradas frente a las más de mil que devuelve al introducir el término 'shakesperare'.

¿Cómo funciona y qué podemos encontrar?

Sobre todo es posible localizar archivos de dominio público, al igual que sucede con Wikipedia, por ejemplo. Por eso, escasea el material del siglo XX. Sin embargo, esto no quiere decir que la puesta en marcha de la aplicación no haya sido revolucionaria, pues ha supuesto que, por fin, aparezcan en la red numerosos documentos de gran valor que hasta la fecha no estaban disponibles. Entre las instituciones que disponen de fondos en europeana, están el Rijksmuseum de Amsterdam, la British Library de Londres y el Louvre de París.

Para acceder a estos archivos podemos usar el buscador o navegar por alguna de las sugerencias que nos aparecen en la página de inicio. También existe una herramienta de búsqueda cronológica que se encuentra en fase experimental. Además, europeana contempla la posibilidad de crear comunidades virtuales, aunque esta función también se encuentra en obras.

En definitiva, lo que hoy se ha presentado no es otra cosa que un edificio en obras al que le falta mucho para ser lo que sus arquitectos han proyectado. Sin embargo, hoy Europa ha logrado convertirse en el centro de todas las miradas de la web 2.0, y eso es un buen síntoma.