Vietnam antepone la armonía familiar a la violencia machista

Hanoi.-  Entre dos y tres mujeres mueren cada día en Vietnam a causa de la violencia machista, pese al lema oficial de armonía familiar inspirado en la filosofía confucionista.

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(EFE)

Unas mujeres vietnamitas trabajan en una granja de pollos.

"No lo entiendo. Les enseñé en el albergue todas las denuncias presentadas a la Policía, las radiografías de los golpes que me propinó en la cabeza. No entiendo por qué seguían aconsejándome que volviera con él", explica Bui Thi Dung en las oficinas de Paz y Desarrollo, una ONG española.

Dung, de 29 años, huyó de su marido con el hijo común cuando no pudo soportar más la situación y se refugió en un centro de acogida de mujeres maltratadas, pero allí le recomendaron reconciliarse y se pusieron en contacto con su esposo.

La política oficial del régimen comunista vietnamita es que la mujer mantenga al menos tres reuniones con su esposo para intentar arreglarse y Dung sólo había celebrado dos.

Resulta difícil enumerar en cifras la extensión de la violencia doméstica en Vietnam.

La Policía constata entre dos y tres muertes diarias por esta causa y las autoridades consideran que es un factor clave en los 187.000 divorcios tramitados entre 2000 y 2005.

"El Gobierno de Vietnam y los responsables de las políticas sociales han reconocido que existe el problema de la violencia de género, y éste es el primer paso", destaca Elena Ganan, de Paz y Desarrollo.

Vietnam estrenó el pasado julio la Ley de Prevención de la Violencia Doméstica, y en noviembre se lanzó una campaña nacional de información a la que sumaron Naciones Unidas y varias ONG.

La legislación establece un sistema de referencia que permite que todas las agencias sociales y judiciales colaboren cuando se produce un caso.

Por lo general en Vietnam, las víctimas acuden primero al Sindicato de la Mujer.

"La ley estipula con claridad qué clase de conducta es violencia de género y qué penalización corresponde", explica la presidenta del Departamento de Asuntos Sociales y Familiares de este órgano oficial, Cao Thi Hong Van, quien añade que en el pasado el delito quedaba impune por las lagunas que existían entre las diferentes ordenanzas reguladoras.

Sin embargo, expertos de ONG extranjeras critican los prejuicios del Sindicato de la Mujer.

"Tiende a considerar la reconciliación como la única salida para la mujer. La dicen que le dé (al marido) otra oportunidad, que piense en qué ha hecho mal, que el hombre es violento porque hizo algo: el viejo método", explica Ganan.

El Sindicato de la Mujer estableció en 2007 en Hanoi el primer centro de acogida anónimo para víctimas de este tipo de violencia en Vietnam, pero mientras que en otros países desarrollados su presencia se mantiene en secreto por razones de seguridad, los medios locales celebraron su inauguración con una cobertura especial.

La campaña nacional lanzada en noviembre también ha tropezado con la tradición, mientras la imagen de la mujer maltratada por su marido, elegida para despertar la conciencia de la población sobre el problema, fue descartada porque suponía un conflicto con el "objetivo oficial" de promover familias felices.

En el caso de Dung, nunca tuvo una oportunidad para conseguir una familia feliz, pues trabajaba en la cantina de un colegio, tenía un hijo y quedó embarazada del subdirector.

Su familia la repudió, el funcionario la obligó a abortar a los siete meses de gestación, dio a luz y consiguió que se casara con él por el bien del pequeño.

Las peleas por dinero se hicieron más frecuentes, aparecieron los primeros golpes, y cuando Dung presentó el pasado agosto los papeles de divorcio, las amenazas de muertes.

Sin apoyo de su familia y con un marido con un puesto destacado en la comunidad, Dung si vio sin opción de poder presentar batalla legal y tuvo que comenzar una nueva vida sin ayuda.

"Mi marido es un caso especial. Una persona normal con su educación nunca habría hecho las cosas que me hizo", aseguró.