Colom reconoce que hay un "problema de seguridad" que infiltró al Estado

Guatemala.-  El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, reconoció hoy, al cumplir un año de gobierno, que "existe un problema de seguridad integral" en su país, el cual, adujo, "se inició desde hace ocho años" con la infiltración de los grupos del crimen organizado y del narcotráfico en las estructuras del Estado.

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(EFE)

Una Mujer indígena maya intenta romper el cerco de la Policía Nacional Civil que dispersó hoy con bombas lacrimógenas a los campesinos que protestaban cerca al Congreso mientras Colom, presentaba el informe de su primer año de Gobierno.

"El perverso sistema de violencia" que se perfeccionó durante las dos últimas administraciones de Gobierno "incrementó los asesinatos en 41 y 16 por ciento", respectivamente, debido "al descuido de quienes eran los responsables de la seguridad" pública, dijo al rendir su informe al país ante el pleno del Congreso guatemalteco.

Aunque en los doce meses que lleva su administración se incrementaron los crímenes, Colom aseguró que lograron frenarlos y anticipó que la tendencia en los próximos tres años será a la baja "hasta reducirlos".

Para ello, el gobernante anunció que antes de que concluya este mes convocará a todos los sectores de la sociedad a un plan integral de seguridad "en el que se deberá invertir lo que se dejó de dar en los últimos ocho años".

Ese plan, indicó, incluye la depuración de las fuerzas de seguridad civiles, la redistribución de las fuerzas militares y "el fortalecimiento de la Fiscalía y de la Corte Suprema de Justicia".

Ayer, el Gobierno anunció que había desbaratado un complot que incluía atentar contra la vida de Colom.

Ronaldo Robles, secretario de Comunicación de la Presidencia, reveló a Efe que las agencias de inteligencia del Gobierno detectaron "un plan de desestabilización" que afectaría a la administración de Colom, el cual se habría empezado a gestar en octubre pasado.

La conspiración, que según el funcionario ya ha sido desbaratada, contemplaba un atentado al presidente, el cual se iba a ejecutar en diciembre pasado.

El funcionario se limitó a indicar que los responsables del complot son "grupos del crimen organizado" y sectores "que han perdido sus privilegios" durante este Gobierno, pero no identificó a ninguno.

Colom declaró ayer en un acto público que los instigadores del plan buscan "recuperar algunos negocios" que se han perdido por su decisión de conceder la gratuidad a la educación y la salud.

Además, aseguró: "Los desestabilizadores utilizan a la prensa para dar opiniones, porque ellos lo que buscan es desesperarme", pero no identificó a ninguna persona.

En septiembre pasado Colom denunció que era espiado en su despacho y residencia, caso que ha quedado en manos de los tribunales, quienes juzgan al ex secretario de Asuntos Administrativos y Seguridad de la Presidencia, Carlos Quintanilla; y el ex titular de la Secretaría de Análisis Estratégicos, Gustavo Solano por esta actividad ilegal.

Por otro lado, Colom pidió en su discurso a sus críticos y opositores que le dejen trabajar en beneficio de los pobres, y anunció un "plan de seguridad integral" para combatir la violencia que azota al país.

Detalló las acciones impulsadas por su administración que se inició el 14 de enero de 2008, las cuales, dijo, han contribuido a reducir los "horrorosos niveles de pobreza" que afectan al 42 por ciento de la población.

El mandatario también dio datos sobre el programa de Cohesión Social, que calificó como "el corazón de este Gobierno", y dijo que en los últimos doce meses se han dado los primeros pasos para "mejorar substancialmente" las condiciones de vida de los guatemaltecos más pobres.

Sus críticos y opositores, dijo, cuestionan las acciones del programa de Cohesión Social, el cual es coordinado por su esposa, Sandra Torres, "porque le estamos poniendo atención a los que antes eran invisibles".

Mientras Colom rendía su informe, en las afueras del Parlamento las fuerzas de seguridad dispersaron con bombas lacrimógenas a grupos de campesinos que protestaban en contra de las políticas "anti-populares" de su administración.

El presidente llegó al Parlamento acompañado de su esposa, su vicepresidente Rafael Espada, y los miembros de su gabinete, que junto a los diputados del oficialista partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), aplaudieron y vitorearon "las pruebas de que las cosas han cambiado para bien".

Durante su discurso, que se extendió por más de 90 minutos, diputados del opositor Partido Patriota y un grupo de legisladores disidentes de la UNE, abandonaron la sala en el momento en que Colom inició su intervención.