'Valkiria' pasa la prueba de la crítica alemana

BERLÍN.- Cuando hace un año Tom Cruise estaba rodando en Berlín a las órdenes de Bryan Singer, amaba moverse por las calles del barrio de Mitte. En particular, se había aficionado a una tienda de comida italiana en la Ackerstrasse. La señora Piera, dueña de la tienda, todavía se sonroja cuando recuerda aquella noche en la que no pudo cerrar su negocio a las seis de la tarde como todos los días, sino que tuvo que sacar platos y manteles, contratar a un socio cocinero y montar en su pequeña botica una cena especial para la estrella del momento. Un año más tarde, ayer, Cruise, volvió a Berlín por la puerta grande, paseó por la alfombra roja en la plaza de Marlene Dietrich y saludó el publico para el preestreno europeo de una de las películas más esperadas de la temporada: 'Valkiria'.

Hannibal Hanschke (REUTERS)

Katie Holmes acompañó a su marido Tom Cruise ayer al preestreno berlinés de la cinta

Hubo un gran debate el año pasado sobre el hecho de que un miembro de la Cienciología, grupo religioso del que Cruise es el exponente más ilustre, actuara en el papel de un oficial nazi que planea un atentado fallido contra Adolf Hitler, pues en Alemania tal religión está prohibida por ser considerada una secta.

De todo aquel debate, en el que tomaron parte intelectuales e historiadores alemanes, ayer quedaba muy poco. Hubo alguna protesta muy débil, sí, pero se limitó a la presencia de algunas pancartas que rezaban: "No Scientology!" al fondo de la cercana Potsdamer Platz. En general la ciudad de Berlín suele ser muy sensible a la fascinación de las estrellas de Hollywood, y ayer se respetó el guión. Tom Cruise, como Will Smith la semana pasada, fue recibido también por las autoridades locales. El alcalde de la ciudad, Klaus Wowereit, el Ministro de Cultura, Bernd Neumann, y la Ministra de Economía, Ilse Aigner, no podían perderse el evento. Se pusieron su traje de las grandes ocasiones y saludaron a la estrella.

Por su lado, Tom Cruise, cuyas conferencias de prensa son eventos de glamour, quiso cumplir las expectativas y no evito los clichés de rigor: "Gracias por la calurosa bienvenida en un día tan frío". La conferencia de prensa venía precedida por una entrevista concedida al diario sensacionalista 'Bild' (él más leído en Alemania), en la que el actor afirmaba que sin duda él también habría intentado matar a Hitler tal y como pretende su alter ego en la película, el coronel Claus von Stauffenberg. Repreguntado sobre este mismo tema contestó, "I would like to think that I would have done it (Me gusta pensar que sí lo habría hecho)".

Pasando al contenido de la película, quizás lo más simpático que recogía esta mañana la prensa germana ha sido una frase del crítico Volker Gunske en el semanal berlinés 'Tip': "'Valkiria' no es el desastre total que todos se esperaban".

Según este experto, el film dirigido por Bryan Singer ('X-Men', 'Sospechosos habituales') es un thriller emocionante que juega con el hecho de que todos saben como termina la historia, es decir, mal. Aquel 20 de julio de 1944, todo estaba calculado a la perfección, la bomba que habría matado a Hitler explotó exactamente tal y como previsto a las 13.00 horas. Sin embargo, algo no se había calculado, un imprevisto llevó el Führer a una distancia de seguridad del sitio en el que había sido colocado el artefacto. Poco después, con alguna herida, Hitler recibió a Benito Mussolini y el resto ya se sabe.

El efecto dramático y la ironía trágica están muy presentes en la película de Singer. Sin embargo, esto no quita que la película sea un producto 100% comercial que poco aporta a la memoria histórica, limitándose a aventurar un héroe de una persona que no lo fue por dos razones: no logró eliminar al dictador y él mismo fue, antes que nada, un nazi.

Pocas personas en Alemania se identifican con esta figura tan discutida, aunque su gesto le costó la vida a él, a los otros conspiradores y a muchos de sus familiares.

En la película de Singer, tal ambigüedad moral no se menciona. Es un héroe interpretado por la 'star' al más puro estilo de 'Misión: Impossible'. Puede que frente al publico mundial todo esto pase desapercibido, pero no ante los ojos alemanes, cuyas heridas de aquella época aún no están completamente cerradas.

Hay que reconocerle a Singer el hecho de que nunca pretendiera hacer un documental, pues, tal y como recoge el diario 'Berliner Zeitung', cuestionado acerca de por qué no se le daba importancia a la parte de la vida de Stuffenberg en la que fue un nazi convencido, Singer contesta sencillamente: "Porque habría sido una película biográfica, mientras a mi me interesaba hacer una película de entretenimiento". Desde luego lo ha logrado.