Una exposición recupera los inicios del artista Zush, ahora rebautizado Evru

Barcelona.-  Más de un centenar de obras del artista Zush, también conocido como Albert Porta y hoy rebautizado Evru, se exhiben en una exposición que recupera uno de los períodos más desconocidos de su trayectoria, sus inicios, con piezas como la "Suite erocomida" o las obras psicodélicas que realizó en Ibiza.

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(EFE)

Más de un centenar de obras del artista Zush (en la imagen), hoy rebautizado como Evru, se exhiben desde hoy en una exposición que recupera uno de los períodos más desconocidos de su trayectoria, sus inicios, con piezas como la "Suite erocomida" o las obras psicodélicas que realizó en Ibiza.

El artista ha reconocido hoy que quizá ha fracasado en sus intentos de cambios de personalidad, porque las obsesiones que tenía en sus inicios, hace más de cuarenta años, persisten en sus últimos trabajos, muy marcados por la digitalización.

Evru ha hecho estas declaraciones durante la presentación de una exposición organizada por la Fundación Suñol, comisariada por Silvia Muñoz, en la que se exhibirán, hasta el próximo mes de junio, 114 obras, la mayoría no expuestas hasta ahora, de uno de los períodos más desconocidos de su trayectoria, sus inicios, desde 1961 a 1979.

El sexo, la muerte, el lenguaje, los ojos, los placeres corporales, la fragmentación del universo, la monstruosidad, la sensatez y la locura son algunos de los temas recurrentes que ya aparecen en sus primeros lienzos y en una instalación como "Suite erocomida: la erótica y la destrucción de lo cotidiano".

Tras visitar la exposición, el artista, que ha repetido en varias ocasiones que sentía mucha vergüenza por mostrarse con unas obras que realizó de muy joven, también ha destacado que se trata de una iniciativa "en la que yo no he intervenido para nada y que trata sobre dos artistas desaparecidos".

Apasionado desde muy joven por el dibujo, en parte a causa del trabajo de diseñadora de ropa interior de su madre, Evru presentó por primera vez su obra en público en 1964, aunque no fue hasta 1968 -cuando fue detenido y encarcelado en la Modelo e ingresado, posteriormente, en el Hospital Frenopático de Barcelona- cuando presentó su primera exposición individual, "Alucinaciones".

Silvia Muñoz ha explicado en rueda de prensa que con esta nueva exposición, que no es una retrospectiva, ha querido dar a conocer al gran público obra del fondo de la Fundación Suñol de la primera etapa de la vida artística de Albert Porta, de entre 1961 y 1970, así como de los años setenta, ya como Zush, mucha de ella creada en Ibiza, donde vivió intensamente la época hippy.

La muestra, que ocupa toda la primera planta de la fundación, empieza con la "Suite eurocomida", con pequeñas esculturas de yeso blanco, y, en las paredes, grafiti, dibujos, collages, en los que predominan trazos de mujeres y sus pechos.

Los personajes masculinos que protagonizan los cuadros de esta época son Boso y Solomo, alter-egos de Porta, siendo uno de ellos alto y espigado, mientras que el otro es obeso y hedonista.

El siguiente apartado de la exposición da a conocer la obra de los primeros años de Zush, tras estar Albert Porta en el frenopático durante tres meses por "llevar sustancias ilegales", y decidir que debía cambiar de personalidad.

Zush es el nombre que toma de la mente delirante de un interno que estaba allí ingresado, llamado Armando.

Al salir del hospital, rompe con su familia y se marcha a Ibiza, donde residirá, con estancias en Nueva York, hasta el año 1983, y donde vivirá en primera persona la experiencia hippy.

Son de esos años las obras acrílicas que se muestran en una estancia oscura, con puntos fluorescentes, detalles de una minuciosidad obsesiva, y con toques psicodélicos.

En las obras de la década de los años setenta, bajo el epígrafe "De Jude a Nascha", Zush apuesta por figuras de siluetas femeninas realizadas con spray, en las que destacan unos puntos o centros de energía que forman, unidos, una especie de constelaciones eróticas sobre espacios vacíos.

La exposición concluye con las obras que conforman la denominada "muerte de su vida pasada", un conjunto de escrituras donde están muy presentes elementos como el tarot o la pasión por las culturas no occidentales.

También se exhibe una de sus obras más emblemáticas: "Nasha declina yasmu tucare" (1979), donde expresa que no está hecho para concebir hijos (aunque tiene tres de años anteriores) sino sólo para dejar "la obra como herencia".