La crisis aumenta los ataques informáticos de los empleados a sus empresas

Palma.-  La crisis está destapando nuevos "hackers" dentro de las plantillas de las propias empresas atacadas, la mayoría buscan filtrar documentos relacionados con la política de contratación y despido de las firmas porque ven peligrar su puesto de trabajo.

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(EFE)

La crisis está destapando nuevos "hackers" dentro de las plantillas de las propias empresas atacadas, la mayoría buscan filtrar documentos relacionados con la política de contratación y despido de las firmas porque ven peligrar su puesto de trabajo.

Así lo ha manifestado a Efe el forense informático y experto en seguridad informática, Jess García, director general de One eSecurity, quien ha participado hoy en las III Jornadas de Protección de Datos de Carácter Personal y Seguridad de la Información, organizadas por el Colegio de Abogados de Baleares.

García comenta que las peticiones que su empresa ha recibido en los últimos tiempos han sido en su mayoría de empresas solicitando seguridad ante sus propios empleados: "la crisis sí está destapando más casos de filtraciones, como pueden ser documentación sobre ERE (Expedientes de Regulación de Empleo), etcétera".

Todos estos casos, añade, están generalmente relacionados con información del departamento de recursos humanos y los protagonizan los propios empleados de la firma en cuestión que, temiendo por sus puestos de trabajo, utilizan las nuevas tecnologías en su beneficio.

Asimismo, García comenta que "hay gente que abusa de la empresa bien porque cree que se ha cometido una injusticia o bien porque tiene problemas económicos".

No obstante, este forense informático, conocido como el "hacker blanco" por su colaboración en la mejora de los sistemas de seguridad digital de las empresas -apodo que lleva con modestia- reconoce que las empresas españolas "están mejorando" en materia de seguridad.

"Están haciendo sus deberes, empiezan a saber que esto (el forense informático) existe, pero todavía es demasiado nuevo para entender las posibilidades que puede brindar", relata García, para quien lo de "hacker blanco" no es más que "una etiqueta como otra cualquiera".

"Hacker ético" -como también se le conoce- es un nombre que trata de disipar las connotaciones negativas que, con el tiempo, ha tomado la palabra hacker en el vocabulario de la sociedad española. "Pero detrás de eso hay un profesional que hace su trabajo, similar al de un hacker, pero sin llevarse nada", subraya García.

Esta nueva profesión ha sufrido un auge desde hace tres años, según señala García, quien recuerda que esta disciplina se ha visto favorecida por el hecho de que numerosas empresas han invertido muchísimo dinero en desarrollar herramientas muy potentes para controlar y vigilar delitos informáticos.

Unos de los mayores consumidores de este tipo de profesionales son el sistema judicial y las grandes empresas y entidades financieras.

"Tenemos algunos de los bancos más potentes del mundo y han hecho un esfuerzo muy importante que conozco de primera mano en materia de seguridad. En general están ofreciendo un buen servicio y unas medidas de seguridad más que razonables", afirma García.

No obstante, advierte de que siempre existen algunos "rezagados" que precisan ponerse al día al menos en la medida en que ofrecen servicios a través de internet u otras herramientas.

Pero la labor de un forense informático no termina en resolver los problemas de seguridad de las empresas para garantizar su protección de datos o de dinero, sino que buena parte de su actividad se centra en el descubrimiento de delitos que perpetran mafias, generalmente del Este o Latinoamericanas.

El crimen en internet es un crimen global, remarca García, quien reconoce que "es muy difícil hacer una apreciación de su impacto" y eso precisamente limita el trabajo de un forense, "es inviable buscar algo por todos los países: ese es el problema cierto y serio que tenemos a la hora de investigar (...) la burocracia".

"Los trámites burocráticos internacionales son muy complejos y los atacantes saben qué hacer para saltarse esa cooperación", comenta.