La Cámara baja impide el intento republicano de abrir una investigación contra Pelosi

Washington.-  La Cámara de Representantes impidió hoy un intento de los republicanos de investigar las alegaciones de la presidenta de ese cuerpo legislativo, Nancy Pelosi, de que la CIA la engañó sobre las técnicas de interrogación a supuestos terroristas.

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(EFE)

La polémica se generó cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) indicó en un informe que en 2002 Pelosi fue informada sobre la asfixia simulada. EFE/Archivo

Con 252 votos en contra y 172 a favor, los demócratas decidieron que la solicitud urgente de los republicanos para crear una comisión bipartidista especial no se merecía un tratamiento especial y que, en todo caso, debería ser presentada como una legislación normal.

Horas antes los republicanos habían presentado una resolución para impulsar formalmente la investigación mediante la creación de un comité especial bipartidista compuesto por cuatro miembros del Comité de Inteligencia de la cámara baja.

El panel hubiera incluido a dos demócratas y a dos republicanos con poder para reunir testimonios y obtener documentos durante dos meses sobre las alegaciones de Pelosi de que la CIA le mintió en 2002 cuando le informaron sobre las prácticas empleadas en interrogatorios a sospechosos de terrorismo.

Los portavoces de la titular de la Cámara de Representantes calificaron la propuesta republicana de un "intento deliberado de distraer la atención" del trabajo que hace ese órgano "para crear empleos y avanzar en asuntos como la reforma sanitaria, la energía y la educación".

El legislador republicano Rob Bishop, de Utah, interrumpió los procedimientos preestablecidos para hoy en la cámara baja para exigir la creación de un subcomité del Comité de Inteligencia para investigar las declaraciones de Pelosi.

La polémica gira en torno a si la congresista demócrata sabía y a partir de cuándo de la aplicación de la asfixia simulada y otros métodos de tortura a sospechosos de terrorismo detenidos.

Pelosi esquivó durante semanas las insistentes preguntas sobre lo que sabía y lo que no y en qué momento.

La polémica se generó cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) indicó en un informe que en 2002 Pelosi fue informada sobre la asfixia simulada.

La dirigente política rompió finalmente la semana pasada su silencio y acusó en una rueda de prensa a la CIA de haberle mentido a ella y a otros líderes del Congreso sobre los métodos que se aplicaban en los interrogatorios a los sospechosos de terrorismo.

La legisladora admitió que en septiembre de 2002 fue informada sobre la asfixia simulada y que la CIA le dijo que el entonces presidente, George W. Bush, había determinado que era legal aplicarla, pero insistió en que la agencia le aseguró que no se usaba ese método, por lo que la "engañaron".

El director de la CIA, Leon Panetta, defendió un día después la "integridad" y "profesionalismo" de sus agentes, al replicar que la agencia jamás engañó a Pelosi y que "habla con la verdad", aunque ésta sea incómoda.

La polémica coloca a Pelosi en la delicada posición de defender sus acciones después de enterarse, en febrero de 2003, mediante un asesor suyo, según ella, de que la CIA estaba torturando a prisioneros.

Bishop justificó su propuesta con el argumento de que un desacuerdo tan profundo entre la presidenta de la Cámara de Representantes y la CIA "es una situación insostenible e inapropiada", y alegando que es "imprescindible saber la verdad".

El legislador demócrata William Lacy Clay, quien presidió la sesión, determinó que, dado que la investigación hubiera requerido analizar declaraciones de funcionarios del Ejecutivo, la decisión iba más allá del procedimiento especial invocado por Bishop.

A petición del representante Steny Hoyer, el líder de la mayoría, los demócratas votaron por posponer una decisión definitiva.