El obispo de Sigüenza-Guadalajara se queja de que los padres primen lo social en los sacramentos

Guadalajara.-  El obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, se queja del cambio que se ha producido en muchos padres que, "inducidos por equivocadas prácticas o costumbres", priman la consideración de sacramentos como el bautismo o la primera eucaristía como una fiesta familiar o social frente a su carácter religioso.

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(EFE)

El obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, se queja del cambio que se ha producido en muchos padres que, "inducidos por equivocadas prácticas o costumbres", priman la consideración de sacramentos como el bautismo o la primera eucaristía como una fiesta familiar o social frente a su carácter religioso. EFE/Archivo

Monseñor Sánchez hace esta queja a través de una carta pastoral, que expondrá a sus fieles en la misa del próximo domingo, en la que invita a los padres a que lleven a sus hijos a participar en el Programa Pastoral que ofrece la Diócesis para el curso 2009-2010.

El obispo de Sigüenza-Guadalajara considera una "desgracia" que se prime lo social frente a lo religioso y cree que se impone "una seria revisión de la mentalidad de muchas personas que piden estos sacramentos para sí o para sus hijos y no se comprometen a nada, ni antes, ni durante ni después de recibirlos".

El Programa Pastoral Diocesano de este año, que lleva el título "Para que tengan vida", propone mejorar la celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana -bautismo, confirmación y primera comunión- y, con ello, la primera confesión.

El programa propuesto incluye catequesis de preparación para recibir estos sacramentos "dentro de un proceso ininterrumpido".

En este sentido, el obispo destaca la importancia fundamental de los padres en este trabajo, a los que "corresponde la primera iniciación de sus hijos en la oración, en la enseñanza de las verdades y prácticas básicas de un cristiano", dice.

Y demanda la necesidad de "potenciar" el papel de los padrinos y su responsabilidad, así como el de los catequistas y de los profesores de religión, "que han de estar bien formados, ser ejemplares y acompañar a los niños y adolescentes".