Un mes sin ganar deja a Abel en una situación muy comprometida

Majadahonda (Madrid).-  La última derrota contra el Oporto (2-0), en la Liga de Campeones, agravó la crisis del Atlético de Madrid, incapaz de ganar en sus últimos siete partidos oficiales, y dejó al entrenador Abel Resino en una situación muy comprometida antes del choque de este sábado contra el Zaragoza.

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(EFE)

La última derrota contra el Oporto (2-0), en la Liga de Campeones, agravó la crisis del Atlético de Madrid, incapaz de ganar en sus últimos siete partidos oficiales, y dejó al entrenador Abel Resino en una situación muy comprometida.

Ese duelo aparece como un examen decisivo para el técnico, cuyo futuro se ha complicado con un inicio de campaña del equipo tan inesperado como decepcionante, con sólo tres puntos de quince posibles en Liga y un empate y una derrota en el máximo torneo europeo, por lo que sólo la victoria garantizará su continuidad.

"Me considero capacitado para dar la vuelta a esta situación", dijo anoche el entrenador, minutos después de la derrota en Oporto, la primera del Atlético en ese torneo en el último año, desde el duelo de ida de la previa de la Liga de Campeones de la pasada temporada, contra el Schalke 04 (1-0), en agosto de 2008.

La visita a Do Dragao también prolongó la racha sin ganar del Atlético en este curso hasta siete partidos, en los que, en Liga, ha perdido contra Málaga (3-0) y Barcelona (5-2) y ha empatado con Racing de Santander (1-1), Almería (2-2) y Valencia (2-2), además de con el Apoel Nicosia en la competición continental (0-0).

Aún no ha llegado la primera victoria ni en Liga ni en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El Atlético no celebra un triunfo, tan necesario para recuperar su autoestima, desde la previa del torneo europeo, cuando superó al Panathinaikos, 2-3 en Atenas y 2-0 en el Vicente Calderón, el pasado mes de agosto.

Ya acumula más de un mes sin ganar, con especial atención en la Liga, en la que no ha salido en ninguna de las cinco primeras jornadas de la zona de descenso, cuando su meta es estar entre los cuatro mejores de la tabla, y en la que ha empeorado, incluso, el inicio de la temporada 1999-2000, cuando perdió la categoría.