El Peinador de la Reina, "la Alhambra en miniatura", objeto de un monográfico

Granada.-  El Patronato de la Alhambra ha presentado hoy el número 42 de su revista anual "Cuadernos de la Alhambra" que, en esta ocasión, está dedicada de forma monográfica al Peinador de la Reina, una estancia dentro del monumento nazarí calificado por sus restauradores como "una Alhambra en miniatura".

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(EFE)

No fue hasta las transformaciones sufridas entre los siglos XVII y XVIII cuando esta torre se asocia a una función femenina como "peinador" o tocador de la reina. En la imagen, la Reina Sofía y la primera dama de Siria, Asma Al-Assad, se asoman al mirador del Peinador de la Reina.

Este monográfico es el resultado de una serie de actuaciones de conservación y restauración llevadas a cabo por la Consejería de Cultura en el Peinador de la Reina, cuya construcción inicial se remonta a la época nazarí, y cuya forma actual se debe a la fusión de estructuras y decoraciones realizadas en dos periodos históricos y por dos culturas diferentes: la islámica medieval y la cristiana renacentista.

No fue hasta las transformaciones sufridas entre los siglos XVII y XVIII cuando esta torre se asocia a una función femenina como "peinador" o tocador de la reina.

Los trabajos de restauración de esta estancia, un espacio de extraordinaria significación cultural y calidad artística, estuvieron precedidos de un importante esfuerzo de investigación por parte de un nutrido grupo de especialistas, ha señalado el coordinador de esta restauración, Juan Carlos Hinojosa.

Hinojosa, que se ha referido al Peinador de la Alhambra como "una Alhambra en pequeña escala", ha explicado que la elaboración de este monográfico responde a que "la memoria final de esta restauración era de tal calado que merecía la pena sintetizarla, explicarla y divulgarla".

Estos trabajos de restauración han dado como resultado una serie de hallazgos, como son la presencia de zócalos pintados, aliceres de loza dorada y solería de azulejos figurativos, asombrosas rarezas de este lugar privilegiado de la Alhambra.

Como anécdota, Hinojosa ha destacado una serie de hallazgos menos ortodoxos, como grafiti que testimonian la presencia de los franceses en Granada, que, "al tratarse de pinturas centenarias, como tales también hubo que documentarlas".

En este sentido, además de las caligrafías nazarís, la restauración también ha descubierto desde el rastro de los que una vez expresaron su testimonio vital sobre las paredes inferiores hasta los refinados textos de los viajeros románticos a los que sirvió de inspiración.